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Sabiendo que el relevo generacio-
nal es un proceso complejo, ¿cuál
fue la clave para lograr un buen re-
sultado?
Mi padre usó el principio que, cuando
uno participa se compromete, y enton-
ces la partición del campo la hicimos
entre los hermanos. Él nos dijo que
teníamos que generar cuatro unidades
lo más parecidas posible, que después
se iban a sortear. Durante ocho meses,
nos pusimos a trabajar potrero a potre-
ro, revisamos las diferentes categorías
de animales, los alambrados, las distan-
cias, las construcciones y generamos
cuatro unidades bastante parecidas en
sus capacidades. Como fue el sorteo
no sé, pero ocurrió. Al principio, él era
socio de cada unidad, pero cada cual le
fue dando su impronta, unos eran más
ganaderos y otros más agrícolas, apro-
vechando diferentes situaciones perso-
nales y de recursos.
Siempre recurríamos a la experiencia
de nuestro padre, donde cada 3 o 4
días se daba una vuelta. Luego de pasar
unos años, él se apartó de las socieda-
des y cada uno quedó trabajando solo.
¿Qué puedes comentar sobre el tra-
bajo en grupo?
Desde el año 1974, participamos del
Grupo CREA Cololó, con el cual cum-
plimos 40 años recientemente. Como
forma de trabajo es muy buena, al estar
acompañado por otros productores va-
mos más lejos, no más rápido, ha sido,
y es, una herramienta muy útil.
¿Cómo es el sistema productivo ac-
tual?
Hasta el año 1998, éramos más gana-
deros, luego buscamos un equilibrio en
el que algo más de la mitad de la su-
perficie (590hás), estaba en explotación
ganadera y la otra área (347hás) bajo
agricultura continua, sin animales, don-
de se hacía doble cultivo. Luego empe-
zamos a ver que los rindes no subían y
los costos sí. Entonces a partir de 2015,
cambiamos el sistema, para volver a
una forma más integrada de producir.
Actualmente, en el área agrícola, se
diseñó una rotación de soja 1ª - cultivo
invierno - soja 2ª. - pradera 1 año- prade-
ra 2 año (medio año), lo que da un año
y medio de cultivo; y un año y medio
de pradera. Este año se comenzó con
130 has de praderas usando la mezcla
de cebadilla y trébol rojo.
La mayoría del área ganadera, se ubi-
ca sobre suelos cretácicos y nunca se
ha movido, está de campo casi natural,
siempre se ha mejorada con agregado
de fosfato y leguminosas.
¿Por qué decidieron cambiar el sis-
tema de agricultura continua?
La experiencia de 10 años, nos de-
mostró que no se puede, en un princi-
pio parecía que sí, pero quedamos sin
nitrógeno en el suelo, y por ahora no
encontramos la vuelta, con este sis-
tema suben los costos por necesidad
de usar más insumos, pero no los ren-
dimientos. Creemos que en esta zona
no se puede, por tener suelos muy des-
parejos, con problema de infiltración,
profundidad y poder buffer para que
los nutrientes estén disponibles para la
plantas.
Podemos hacer chacra en algunos
lugares pero somos conscientes que
estamos utilizando el crédito de fertili-
dad que deja la pradera, pero luego de
4 o 5 años, se termina y no hay quien
lo levante.
Vamos a tener el ganado en las cha-
cras, para lograr una agricultura más
económica, donde el periodo de pasto-
reo es un descanso y una recuperación
de nutrientes, esto va a generar un plus
en la parte económica.
El objetivo con esta rotación nueva es
poner nitrógeno al suelo, debido a que
con los fertilizantes no lo pudimos hacer.
Porque en la rotación anterior, llegamos
a usar hasta 300 kilos de urea, en los
cultivo de verano (sorgo granífero) y de
invierno, pero nunca llegamos a lograr
buenos rendimientos. Por lo que llega-
mos a la conclusión y nos convencimos
que el suelo no tiene nitrógeno y a par-
tir de fertilizaciones no es posible. Por
lo tanto, la fase de pradera, es la única
opción que puede aportarlo para mejo-
rar la estructura del suelo, la infiltración,
y resultando en más materia orgánica
adentro del suelo y no sobre el suelo.
La leguminosa más adaptada a nues-
tro sistema, con más posibilidades
es el Trébol rojo, por requerimiento de
manejo y tipo de suelo, en mezcla con
Cebadilla.
¿Cómo se maneja la ganadería?
Hasta el año pasado el sistema es-
taba en base a pasturas naturales me-
joradas; a partir de este año se incor-
pora al área de pasturas 1/3 del área
agrícola que está en fase de pasturas
de primer año.
Se compran terneros con más de 140
kg de peso vivo, raza de carne, priorizan-
do las cruzas, teniendo buenos resulta-
do los cruzas con Aberdeen Angus. El
objetivo es llegar a una carcasa de más
de 250 kg, en dos años y medio, con
una ganancia media anual de 500 gra-
mos por animal por día.
Esta baja ganancia individual, se expli-
ca por la abundante producción de pas-
to pero con muchos periodos de baja
calidad al madurar rápidamente el cam-
po natural. Actualmente estamos pen-
sando ofrecer algún complemento, con
proteína en forma de autoconsumo,
para que ayude a digerir esa cantidad de
pasto, que no tiene la calidad suficiente
para lograr buenas ganancias.
¿Cuáles fueron los cambios más
importantes que ocurrieron en la ga-
nadería?
Hasta el ejercicio 2009/10, la ganade-
ría seguía la propuesta del momento,
donde la producción de carne aumen-
taría linealmente al aumentar la carga.
Esto ocurría así en el papel, pero en
el campo no fue tan fácil. Llegamos a
tener una dotación anual de 2 UG/há.
y producir 380 kilos de carne por há.,
pero con un margen muy acotado. En
los años lluviosos fue catastrófico, por
lo que decidimos que no era una línea
a seguir. La producción de carne podía
seguir aumentando al incrementar la
carga, pero la viabilidad a nivel predial
era muy frágil, por lo tanto optamos
por reducir la intensidad del sistema.
Bajamos a 250 kilos de carne/há., pero
con la tranquilidad de poder cumplir, sin
mayor estrés durante el año, con una
carga de 1,2 UG/há., sin la complejidad
del sistema anterior.
El cambio no fue fácil, pero lo que
estábamos haciendo también era muy
difícil, era muy estresante y complejo.