tos en este piloto. El IPA colabora con este
Piloto recorriendo los predios para deter-
minar si la situación descripta por el mo-
delo teórico se asemeja a la situación de
déficit forrajero. Hubo necesidad de actuar
rápidamente, en conjunto con técnicos del
MGAP, recorriendo predios, encuestando
a los afectados, y realizando los informes
correspondientes con urgencia.
Fue de esa manera que el método cons-
truido en el FPTA 345 se adaptó de ma-
nera perfecta para el trabajo encomen-
dado, haciendo un uso muy eficiente del
tiempo. Los datos fueron presentados en
la planilla tipo utilizada en el FPTA y rápi-
damente se obtenían los indicadores ne-
cesarios para describir la situación y dar
las recomendaciones pertinentes en cada
caso. Cabe mencionar que a diferencia de
la metodología propuesta, en este caso
no se realizaron talleres de discusión, ya
que el objetivo era corroborar la situación
forrajera y animal para luego dar reco-
mendaciones de manejo. En casi todas
las instancias, la recomendación fue ajus-
tar la carga y/o suministrar concentrados.
La oferta forrajera en los predios que no
participaban del FPTA fue sensiblemente
menor.
Quedó claro que la metodología pro-
puesta tiene beneficios que no solo inte-
resaron a los productores por su practici-
dad y potencia, sino que también, puede
ser una herramienta interesante para los
técnicos. Contribuye a un proceso de ex-
tensión donde se aprende haciendo. Se
observa ansiedad de querer saber los re-
sultados de la próxima medición; ya sea
para corroborar los datos de la anterior,
para saber en qué situación se encuen-
tran, o para tomar decisiones de manejo
proyectando el futuro, el hecho es que
hubo un apropiamiento del método pro-
puesto.
Algunas valoraciones de primera mano
Jesús Simón
La primera lectura es que cuando a “ojos vista” aún no alcanzamos a
detectar un problema, esta tecnología tiene la virtud de poder anticiparlo,
y eso a nivel predial es sumamente importante porque nos permite ade-
lantar las decisiones. La otra virtud de la metodología es que nos permite,
al realizar las mediciones, tener una verificación práctica del desarrollo de
nuestra actividad. O sea, lo que se hacía antes desde arriba del caballo
con la observación del pasto sin medir, y que nos parecía que por “ver
una felpita” estábamos bien de pasto, cuando nos bajamos del caballo y
empezamos a medir nos dimos cuenta lo equivocados que estábamos al
sobreestimar el volumen de forraje existente en los potreros. Nos damos
cuenta lo difícil que es determinar “a ojo” el volumen de forraje que tene-
mos. Lo que sigue sería la contribución casi perfecta de una metodología
que nos permite ajustar la carga, lo que a nivel de campo debe ser la tarea
más difícil.
Seguramente que en algún punto habrá que hacerle ajustes, ya que cuan-
do los datos de crecimiento de pasturas indican que ésta es muy baja, los
animales a veces responden de una forma inesperada, por ejemplo, man-
teniendo buenas condiciones corporales. Por otro lado, tenemos que usar
mejor el concepto de calidad de pastura a partir de las relaciones entre lo
verde y lo seco.
Henry Bremermann
Medir el pasto, o cómo medir el pasto, es una de las cosas que se nos
estaban escapando ya que los métodos que conocíamos eran bastante
complicados de implementar. Con este método se facilitó bastante, es muy
práctico y da una certeza importante en cuanto al pasto que se tiene y qué
significa eso al mediano plazo. No errarle a qué posibilidades de manejo
del campo natural se tienen a partir de datos objetivos es muy importante.
Desde mi punto de vista, lo que nos aporta la metodología son todos bene-
ficios. En mi caso, que ya tenía toda la parte de animales bien referenciada
de forma individual, con pesos y trazabilidad, me cerró un círculo porque lo
que estaba faltando era tener bien referenciada la performance del campo.
En un negocio que se desarrolla a la intemperie es importante tener ele-
mentos para que el negocio sea más certero. No le veo ninguna dificultad,
todo lo contrario y además la regla nos desmiente lo que a simple vista
pensamos que es.
Nicolás Orihuela
Sin duda que el proyecto es muy positivo en cuanto a la mejora del ma-
nejo del campo, sobre todo con respecto a saber a ciencia cierta cuánto
pasto tenemos disponible para la alimentación del ganado. Generalmente
pensamos que tenemos una cierta cantidad de pasto, y cuando medimos,
nos damos cuenta que estábamos sobreestimando. Es importante saber
cuánto pasto tenemos y cuánto es el requerimiento de los animales, y yo
que soy invernador no puedo darme el lujo de tener animales en el campo
que no estén ganando peso, que no estén produciendo al máximo por ca-
beza. No puedo comprar más animales de los que realmente puede tener el
campo ya que estaría teniendo pérdidas productivas al no obtener ganan-
cias individuales aceptables o solamente mantenimiento. Sería muy bueno
que el proyecto siguiera, ya que es una herramienta muy importante, y que
los productores realmente le agarraran la mano. Estoy muy conforme y creo
que ese es el camino, medir y trabajar con datos objetivos.
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