Revista del Plan Agropecuario N° 169 - page 55

Foto: PF. Bonino
un cuadro de ictericia (coloración “ama-
rillenta” de mucosas). A su vez, al estar
dañada la función hepática del animal,
se alteran los procesos de metabolización
de la clorofila de los vegetales, motivo por
el cual hay una acumulación de un pig-
mento en la piel (filoeritrina), que provo-
ca un notorio aumento de la sensibilidad
a la luz solar (fotosensibilización de ori-
gen hepático).
Identificando la intoxicación
Dependiendo del grado de afectación
de los animales, los síntomas o signos
clínicos más frecuentes son:
• Nerviosismo, (los animales están in-
quietos, se encuentran en constante
movimiento, buscan la sombra y se
patean el vientre debido a los dolores
abdominales).
• Irritación y edemas en las zonas no pig-
mentadas de la piel como parte baja de
los miembros, formación y desprendi-
mientos de costras en hocico, lagrimeo
e inflamación de los párpados.
• Lesiones de coloración morada en ubre
y desprendimiento de la piel.
• Lesiones en la lengua.
• Desprendimiento del cuero en zonas
blancas del cuerpo que se encuentran
expuestas al sol, quedando al rojo vivo.
• Orina oscura.
• Coloración “amarillenta” de las mucosas
de ojos y vulva (ictericia).
• Disminución en la producción individual
con caída brusca de la producción de
leche o ganancia de peso.
Las lesiones que provoca la intoxica-
ción son muy dolorosas, haciendo que el
animal no se alimente adecuadamente,
permanezca a la sombra evitando el sol
y es frecuente la complicación por miasis
(bicheras).
Cómo se confirma la enfermedad
La confirmación de la intoxicación por
PC, está basada en los signos clínicos de
la enfermedad y en el conteo de esporas
del hongo en los restos de material muer-
to de la pastura enviados a un laboratorio
para ser analizada. Es importante al mo-
mento de enviar material para ser anali-
zado, no hacerlo en recipientes o bolsas
cerrados de forma hermética, ya que se
podrían desarrollar otros tipos de hongos
que alterarían el resultado.
El apoyo de pruebas paraclínicas como
por ejemplo determinar los niveles de
enzimas en sangre indicadoras de daño
hepático (funcional hepático), ayudan
también a su diagnóstico.
Es importante diferenciar esta enferme-
dad de otras con signos similares, ya que
pueden existir cuadros de fotosensibili-
zación hepatógena producidas por plan-
tas tóxicas como
Echium plantagineum,
Senecio spp., Myoporum spp
., entre otras
y también por micotoxicosis como es el
caso de aflatoxinas. A su vez, debe ser
diferenciada de afecciones podales como
flemón interdigital, dermatitis interdi-
gital, dermatitis digital papilomatosa, e
incluso intoxicación por
Ramaria spp.
(Bocopa) y Fiebre Aftosa por las lesiones
en boca y patas, entre otras.
Control y prevención
En cuanto a su control y prevención,
los animales deberán ser retirados in-
mediatamente de la pastura que causó
el problema, suministrándoles sombra
para evitar agravar las lesiones cutáneas.
La administración de forrajes verdes mu-
chas veces agrava los síntomas de foto-
sensibilización en piel por aumentar la
acumulación de filoeritrina, por lo que es
desaconsejado.
El uso de protectores hepáticos como
la metionina puede ser de ayuda, al igual
que la protección de las zonas afectadas
en piel con azul de metileno.
De acuerdo al daño que exista en el hí-
gado y a su posibilidad de restauración,
la recuperación podrá ser espontánea
luego de eliminada la causa. Cabe des-
tacar que, en muchos casos el grado de
lesión hepática, deja secuelas perma-
nentes en el desempeño productivo de
los animales, pudiendo incluso llegar a
existir casos de muerte.
Otras medidas de manejo sobre la pas-
tura problema, como podría ser un ras-
trillaje para recolectar el material muerto
y después quemarlo, o el pastoreo res-
tringido de animales evitando que no
arrasen la pradera y lleguen al material
muerto, podrían colaborar en la preven-
ción de esta intoxicación. Debemos te-
ner presente que el enfardar o ensilar la
pastura no elimina el problema, ya que
las esporas del hongo pueden perdurar
bastante tiempo.
Por último, y no menos importante, es
aconsejable ante la sospecha de la en-
fermedad comunicarse con su Médico
Veterinario de confianza. El mismo, con
los datos aportados por el productor,
antecedentes climáticos, síntomas e ins-
pección de los animales, sumados a los
análisis de muestras de forraje enviadas
al laboratorio (cama de pradera, fardos,
etc.), podrá llegar a un diagnóstico defi-
nitivo para poder tomar las medidas pa-
liativas en tiempo y forma, evitando así
mayores pérdidas.
Fotos: Plan Agropecuario
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