Ganadería
análisis de suelos, siembra, cosecha, co-
locación del sorgo en el predio, etc., em-
pezando a cobrarse recién luego de sem-
brado. También asume la responsabilidad
de la dirección técnica del cultivo, y a ve-
ces ocurren situaciones complicadas en
la que hay que llamar a los productores y
avisarles que se van a generar costos ex-
tras por inclemencias del tiempo (exceso
de precipitaciones a la siembra, frío fuera
de época, etc.).
¿Qué destino le dan al sorgo los produc-
tores?
Lo utilizan para muchas cosas como
suplementación invernal de terneros/as,
vaquillonas, engorde de vacas y novillos,
entre otros usos; algunos, incluso lo guar-
dan de un año a otro para usarlo en des-
tete precoz, complementándolo con algún
núcleo proteico, expeller de girasol o soja.
¿Qué otras experiencias colectivas han
tenido o piensan implementar?
Bajo este mismo sistema habíamos
plantado soja, pero no lo continuamos ya
que hay grandes limitantes de suelo para
este cultivo en la zona de influencia de la
cooperativa y no se logran buenos rendi-
mientos, tomando un riesgo muy grande.
Este año comenzamos con la siembra de
moha con destino a fardo, manejando las
mismas reglas del Operativo sorgo.
¿Cuáles son las perspectivas a futuro?
El gran desafío es seguir con el operati-
vo mientras le sirva a los productores. En
las reuniones de evaluación que hacemos
una vez finalizado el ciclo, se ha evalua-
do la posibilidad de importar cascarilla
de soja para complementar y tener como
plan B en caso de que nos vaya muy mal
con el sorgo.
Engorde colectivo de corderos de
la cooperativa CALAI (entrevista a
Santiago Halty)
¿De dónde surgió la idea y cómo funciona?
La idea surge porque había producto-
res que tenían ganas de hacer invernada
de corderos pero no lo podían concretar
por falta de fondos, conocimientos o no
tenían las condiciones para realizar una
invernada en su predio.
Entonces aprovechamos el proyecto
del MGAP que se llamaba “Más valor a
la producción ovina”, en el cual se había
presentado un grupo de productores ove-
jeros que formaban parte de la coopera-
tiva. El proyecto era de carácter asociativo
y tenía un componente individual y otro
grupal. Dentro del componente indivi-
dual, cada productor con el dinero otor-
gado, hizo la inversión que necesitaba en
su predio.
Con el apoyo que venía para la parte
grupal, se hizo la compra de bretes por-
tátiles, cepos, baños de patas, tijeras
térmicas de cortar colas, apartador, etc.,
quedando esa inversión para la coope-
rativa. También, mediante proyecto que
habíamos elaborado, el grupo ovejero ac-
cedía a asistencia técnica, capacitaciones,
reuniones y visita del grupo en el predio
de cada uno de los productores.
La cooperativa se había comprometido
con el grupo en conseguir un campo para
realizar una invernada colectiva de corde-
ros, con la motivación de poder hacer un
compartimento ovino a futuro. Entonces,
la idea fue comenzar algo en conjunto
para ver cómo funcionaba y que fuese el
primer escalón para lograr nuestro objeti-
vo de tener un compartimento.
Una vez conseguido el campo ¿Qué hi-
cieron antes de instalar el operativo?
Logramos conseguir un campo con una
renta a precio de lo que se paga en la
zona, concretando el negocio con un pro-
pietario que le interesaba que su campo
disminuyera la intensidad de uso agríco-
la. Entonces, empezamos haciendo varias
inversiones, como por ejemplo, pasturas,
ya que venía de agricultura, aguadas, y
últimamente estamos por poner bebe-
deros.
El campo lo arrendamos en noviembre
del 2017, pero a causa de la sequía no
pudimos plantar el sorgo ya que la coo-
perativa también tiene este otro opera-
tivo. Recién en el otoño del 2018 planta-
mos 90 hectáreas de pasturas (50 ha de
raigrás y 40 ha de pradera). El aporte del
proyecto permitió cubrir la siembra de
60 ha, siendo el resto aporte económico
de la cooperativa.
El motivo por el cual plantamos el rai-
Cosecha de sorgo
Foto: Calima
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