Recursos Naturales
En la revista anterior, desarro-
llamos conceptualmente la po-
sibilidad de que cada productor
pudiera crear a su medida un se-
guro de producción contra crisis
forrajeras causadas por déficits
hídricos, pensado originalmen-
te para predios del basalto, pero
que tiene la misma aplicación
conceptual para el resto del país.
En esta segunda parte, intenta-
remos responder algunas cues-
tiones acerca de su instrumenta-
ción operativa.
Módulo de prevención de crisis forrajeras
Segunda parte. La instrumentación
Ing. Agr. Marcelo Pereira Machín, Ings. Agrs. Emilio Duarte Esteves,
Javier Fernández Zanetti, Rómulo César Aviaga, Marcelo Ghelfi
Plan Agropecuario
Ing. Agr.Ph.D. Francisco Dieguez Cameroni
Facultad de Veterinaria, Facultad de Agronomía, UdelaR
Para instrumentar la operativa del mó-
dulo de prevención de crisis forrajera,
utilizamos dos herramientas con las que
cuenta el Plan Agropecuario. La primera
es el seguimiento forrajero satelital
1
que
ha generado una base de datos de tasas
de crecimiento de campo natural de 18
años; la segunda es el modelo de simu-
lación MEGanE
2
que permite visualizar el
desempeño animal y la disponibilidad de
pasto suponiendo diferentes escenarios
climáticos. Pero además contamos con
información de la experiencia de produc-
tores que de alguna manera ya lo están
implementando.
¿Qué potrero cerrar?
Deberíamos elegir un potrero o potreros
con potencial de acumular pasto, es de-
cir profundo, y que a su vez fuese lo más
invernal posible o que lo quisiéramos
invernalizar, ya que esa condición sería
deseable para volver a cerrarlo en otoño
con el objetivo de acumular pasto para el
invierno.
En general, este tipo de campos tienen
una asociación compleja de especies
a diferencia de unidades homogéneas
como lo son los pajonales, que de no ma-
nejarse como unidades independientes
de por sí, acumulan forraje y constituyen
verdaderas reservas en pie usadas en mo-
mentos de crisis forrajeras.
Debido a la calidad de las especies pre-
sentes y a la facilidad de limpieza, suge-
rimos hacer los cierres en las primeras
situaciones (campos profundos de aso-
1 Convenio IPA/LART/Facultad de Ciencias, UdelaR
2 Disponible en;
ciación compleja) ya que en las segundas
(pajonales y canutillales) en la mayoría de
los casos, prácticamente se hacen solas
y además en muchas ocasiones no están
presentes en los campos.
¿Cuándo cerrarlo?
El criterio debería ser el de acumular
la mayor cantidad de forraje en el menor
tiempo posible, siempre pensando en el
verano (diciembre, enero y febrero) que
son los meses con mayor variabilidad en
la producción de forraje.
Observando las tasas de crecimiento
promedio del Basalto (Gráfico 1) podemos
ver que las tasas más altas de la prima-
vera (meses 9, 10 y 11) se registran en los
meses de octubre (10) y noviembre (11).
Ahora bien, podríamos cerrar el o los
potreros en octubre y noviembre, el pro-
blema sería saber sí acumulamos sufi-
ciente forraje para el cumplimiento de
nuestros objetivos.
¿Durante cuánto tiempo?
Utilizando el modelo de simulación
MEGanE podemos observar que cerran-
do el o los potreros durante octubre-no-
viembre podemos acumular entre 5 a 6
cm de altura de pasto, lo que sumado a 5
cm de partida (valor promedio de 4 años,
obtenido de medición de predio criador
con carga ajustada) podemos tener al fi-
nal del período una disponibilidad de 9
a 11 cm, lo que representa entre 2.000 y
2.500 kilos aproximadamente de materia
seca por hectárea. Aquí priorizamos so-
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