Recursos Naturales
táreas en 100) sería en principio un buen
seguro de producción que compatibiliza
acumular un buen banco de forraje con
facilidad de limpieza.
Uno se pregunta si el 10% es un núme-
ro mágico. Lo cierto es que cerrando más
área nos aseguramos más pasto para el
ganado, pero al ser este cierre una reser-
va que ocasionalmente usaremos, es de-
cir una vez cada 5 años en promedio, la
mayoría de los años tendremos que lidiar
con un área empastada que tendremos
que manejarla para el acondicionamien-
to otoñal y eso muchas veces tiene sus
dificultades en caso de ser áreas muy
grandes.
¿Lo cerramos todos los años?
La idea es cerrarlo todos los años ya
que desconocemos con certeza cuándo
tendremos sequía. Es un cierre sistemá-
tico con un uso ocasional. Este tipo de
cierre sin duda determinará la semillazón
de muchas especies de invierno, funda-
mentalmente y entre otras muchas de
la flechilla morada alta (
Stipa nessiana
= Nasella nessiana
) que en general es
frecuente y abundante, pese a que siem-
pre se intentó no dejarla semillar por los
perjuicios que causa, principalmente a los
lanares.
¿Cómo acondicionar el potrero?
A diferencia del cierre otoñal, el cierre
primaveral no requiere de acondiciona-
miento ya que al salir del invierno, en ge-
neral y aún con carga ajustada, los campos
salen con muy poca disponibilidad y lim-
pios de restos viejos.
¿Cómo lo pastoreo?
El objetivo del pastoreo será racionar
el forraje que tenemos, por eso la reco-
mendación es el pastoreo controlado con
subdivisiones. Sencillamente podrán ser 3
o más subdivisiones, realizadas en forma
temporaria con alambrado eléctrico.
¿El mismo potrero lo vuelvo a cerrar en
otoño?
La meta es capitalizar la invernalización
que se pueda ir dando a lo largo de varios
cierres, resultado de haber dejado cerrado
el potrero en primavera con la consecuente
semillazón de especies invernales. Por eso,
es bueno pensar en volver a cerrar en oto-
ño el mismo potrero para acumular forraje
en el otoño para el invierno. Este aumento
de especies invernales, una vez alcanzada
una frecuencia de al menos 25% (es decir
que de cada 100 especies presentes 25 sean
de invierno y sobre todo tiernas-finas), nos
habilita la posibilidad de fertilizar el potrero
Con el 10% del área cerrada (ej: 10 hectáreas en 100)
sería en principio un buen seguro de producción que
compatibiliza acumular un buen banco de forraje con
facilidad de limpieza.
con nitrógeno y fósforo. Cabe la posibilidad
de ir cambiando de potrero con los años.
¿Qué pasa si no ocurre déficit hídrico?
En caso de no haber déficit hídrico o que
ocurran excesos de crecimiento, lo que
tendremos que hacer es priorizar el pas-
toreo de las áreas profundas del campo,
y principalmente en el potrero cerrado,
dejando de lado los potreros superficiales
que en general no tienen la capacidad de
acumular forraje. De esta forma la dota-
ción se concentra en mucho menos área,
haciendo un pastoreo planificado otoñal
que busque limpieza de fines de verano y
cierre estratégico de un área para invierno,
generando así una escalera de pasto (po-
treros con diferentes alturas de pasto), lo
cual es recomendable a la hora de entrar
al invierno.
Consideraciones finales
En un contexto de cambio climático, todo
lo que contribuya a dar estabilidad a los
sistemas de producción y apaciguar las se-
cuelas que suelen dejar las crisis forraje-
ras, debiera ser tenido en cuenta. Esta pro-
puesta es una primera aproximación que
sin duda deberá ser mejorada mediante
la acción conjunta de los productores, la
extensión y la investigación
El pastoreo del área reservada deberá ser controlado,
en sus diferentes versiones en la medida de lo posible.
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