Revista del Plan Agropecuario N° 158 - page 28

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GANADERÍA
forma penosa desde el punto de vis-
ta personal, pero también económi-
camente muy mal. Esta situación se
agrava cuando la empresa cedida por
los titulares, pasa por dificultades eco-
nómicas-financiera, y sucede a veces
que el hijo/a no prioriza el pago de la
renta comprometida a sus padres. Es-
cuchamos reiteradamente de boca del
padre y principalmente de la madre,
“no te preocupes hijo, nosotros no
necesitamos ese dinero”, “paganos
cuando puedas…”.
Para evitar estos
problemas y que los padres (padre y
madre) que facilitaron el relevo vivan
dignamente, es necesario hacerse
algunas preguntas como:
¿Cuál es el
capital necesario para vivir como
deseo?; ¿Quién me cuidará si tengo
un problema de salud?; ¿La fami-
lia cuidará de mí?; ¿Qué opciones
existen de cuidados personales?;
¿Cómo solventaré esos costos ex-
tras?.
Por otro lado, los titulares de pe-
queños predios, ven poco probable
un relevo generacional de la empresa
(herencia y sucesión) a sus hijos, por
dos motivos: la empresa no es capaz
de generar una renta adecuada para
su retiro y en el caso de más de un
heredero, la división de la propiedad la
hace inviable por problema de escala
y es muy difícil para los padres definir
por uno de ellos.
¿Qué escuchamos de los más jó-
venes?
Los jóvenes sienten muchas veces
que nos son escuchados, ni tenidos
en cuenta en el proyecto productivo,
pero a su vez se sienten con derecho
de recibir parte de lo que tienen sus
padres o abuelos. Por otro lado, hay
hijos que no se hacen responsables,
ni buscan espacios dentro de la em-
presa, actitud que refleja, es
“más
fácil ser hijo que patrón”
.
Es frecuente situaciones donde los
hijos no tienen sueldo fijo, ni porcen-
taje de las ganancias de la empresa,
lo que lleva a malos entendidos, con-
fusión y desanimo de continuar en
la empresa, ellos se definen como
“mano de obra barata”
.
También hay jóvenes, que declaran
enfáticamente que no les gusta la
actividad rural, donde plantean que,
“desearían seguir caminos diferen-
tes a la de su padre”
, algunos tienen
la posibilidad de manifestarlos, en
cambio otros por compromiso y leal-
tad siguen con la tradición, sin desear-
lo. Un ejemplo de esto es el comen-
tario de un productor (65 años), que
a pesar de haber manejado su predio
de forma exitosa por más de 30 años,
expresó,
“lo peor que hizo mi padre
antes de fallecer, fue comprarme
un tambo, mis deseos eran estudiar
economía en Montevideo”
En predios familiares, se repite la si-
tuación donde el hijo varón mayor, en
edad temprana, es estimulado por el
padre para que lo acompañe en sus
tareas, dejando los estudios y trans-
formándose en la mano de obra de
confianza; en cambio los hijos e hijas
menores son estimulados a seguir
estudios. En estas situaciones es ha-
bitual escuchar a los padres (madre
y padre) expresar
“a mi hijo mayor
nunca le gustó estudiar”
, o por otro
lado
“mi hija es maestra o ingeniera
agrónoma”
o
“mis hijos menores
siguieron estudiando”
. Ante esta si-
tuación la pregunta es,
¿los caminos
que siguen los hijos es casualidad
o causalidad de los intereses de los
padres?
Son frecuentes los casos donde lue-
go de la muerte del padre, queda al
frente de la empresa el hijo que siem-
pre trabajó a su lado, sin estar prepa-
rado para dicha responsabilidad. Situa-
ción crítica, ya que el futuro titular no
está capacitado para manejar el capi-
tal de toda una familia. En esta situa-
ción los hermanos que ven el negocio
de afuera, preocupados por el capital
que les corresponde, piden su parte,
provocando una fragmentación de la
empresa y muchas veces la disolución
de la misma.
Otras veces existe un conflicto en-
tre hermanos, con puntos de vistas
diferentes, aquel que se quedó en el
predio y los que se fueron, y se escu-
chan comentarios desde ambos lados
como:
“yo me sacrifiqué haciendo”
y
“para vos siempre fue más fácil”
.
Aspectos claves para lograr resul-
tado exitoso
No obstante la complejidad de este
proceso, en el universo de las familias
rurales, se conoce buenos resultados.
De esta experiencia, se puede extraer
algunos aspectos claves a tener en
cuenta para lograr un resultado exito-
so.
Los mejores resultados, coincide
cuando todas las partes (padre, ma-
dre, hijos que viven dentro y fuera del
predio) tienen confianza, ganas de so-
lucionar el tema, y comparten los mis-
mos valores, sintiendo orgullo por ser
parte de esa familia. En un contexto,
donde la confianza no se logra de un
día para otro, se cultiva todos los días;
en cambio es muy fácil perderla.
Es común observar buenos resul-
tados cuando existe un documento
escrito sobre un plan de Relevo Ge-
neracional de forma planificada y con-
sensuada entre todos los integrantes.
La clave es el
proceso de construc-
ción
y no tanto el resultado, donde
el tiempo de intercambiar opiniones,
escuchar activamente, entender y
ponerse en el lugar del otro, conduce
al éxito de este proceso. Alternativas
existen muchas, puede ser el reparto
Foto: Plan Agropecuario
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