55
cuenta aspectos de distribución de la
carga y de comportamiento animal,
donde se tomen medidas proactivas
frente a fenómenos de sequía para
que no se transformen en crisis forra-
jeras severas y donde también existan
módulos de alta producción forrajera
(MAPF).
Es paradójico pero para cuidar nues-
tros pastizales, debemos intensificar
parte del establecimiento. Esto es lo
que nos garantiza una sinergia clara,
productividad
con
resiliencia y adapta-
ción.
La frutilla a la torta la aporta un
módulo de alta productividad forra-
jera, pero la torta es el campo natural
que nos brinda la capacidad de recu-
peración frente a disturbios y la adap-
tabilidad al cambio climático.(Figura 6)
Este módulo de alta producción fo-
rrajera tiene que ocupar una superficie
pequeña (en términos relativos al ta-
maño del predio), porque los sistemas
de alta productividad son particular-
mente sensibles a las sequías y dedi-
car grandes superficies desestabiliza
económicamente los establecimien-
tos y aumenta los riesgos asociados.
Debería contemplar cosas tan senci-
llas como la fertilización de pasturas
naturales, la incorporación de hábitats
estratégicos mejorados en cobertura
o la realización de una rotación agríco-
la ganadera hasta el riego de pasturas.
Esto parece una novedad pero no lo
es; en muchos lugares del país se
hace y es una propuesta que se ve en
otros países, como en Sudáfrica don-
de los establecimientos desarrollan
el 10 por ciento del establecimiento
al máximo y se siguen apoyando fun-
damentalmente en el campo natural.
Lo mismo estamos proponiendo para
el Uruguay, donde exista una base de
campo natural con un correcto manejo
del mismo, contemplando la hetero-
geneidad natural existente, realizando
a su vez asignaciones de forraje mayo-
res a las actuales que es la única ma-
nera de lograr una mejor performance
tanto de los rodeos como de las ma-
jadas de cría; la forma práctica inicial
de hacer eso es ajustar la dotación;
ajustes tempranos de dotación per-
mitirán aumentos de carga más tarde.
Nuestra propuesta también involucra
la suplementación y la complementa-
ción con la aplicación de métodos de
pastoreo en lugares de mayor poten-
cial productivo.
Esta estrategia concilia el hecho de
conservar con producir, integra dos
sistemas: un sistema que permite la
conservación y una mayor productivi-
dad del campo natural, que es lo que
le va a dar estabilidad (resistencia y
resiliencia) al sistema en el largo plazo
y complementado con la realización
de módulos de alta producción forra-
jera que le va a permitir de manera
estratégica potenciar la productividad
y calidad del campo natural. Entende-
mos que puede aportar estabilidad al
sistema, y aportar calidad a la dieta en
categorías sensibles.
No necesariamente el aumento de
la productividad supone aumentar la
inversión en insumos externos al pre-
dio. Un conocimiento de la dinámica
del sistema y de la interacción entre
sus componentes permite obtener
aumentos en la productividad del or-
den del 50% con respecto a lo que se
tomaba como usual en las décadas
pasadas, sin afectar la biodiversidad.
Por otra parte, la intensificación debe
transitar una escalera donde primero
se deben hacer unas cosas antes que
otras (lo cual obedece a la ley del mí-
nimo), sino que la realidad demuestra
que se pueden hacer cosas al mismo
tiempo siempre y cuando una no de-
prima a la otra (ley del óptimo).
Agradecimiento
Quiero agradecer al profesor José
Paruelo y Hermes Morales la revi-
sión de este artículo y los consejos
brindados.
Figura 6
. Módulo de alta producción forrajera (MAPF).
BAYUCUA
MAPF
Rotación agrícola ganadera, riego.
Habitats estratégicos mejorados.
Pasturas naturales fertilizadas.
Módulo de campo natural