REVISTA DEL PLAN AGROPECUARIO
islas se ubicaban en las cercanías (Norte)
de las isla de Madagascar, la cual se en-
cuentra muy cerca al sur de África.
Presenta un relieve ondulado (sobre
todo en la parte norte de la isla Oeste),
con alturas máximas de 700 metros, si-
milares a nuestros paisajes de Lavalleja,
pero que en invierno ocasionalmente,
ya que no siempre ocurre, se asemejan
a montañas en su aspecto, porque sus
cumbres quedan cubiertas de nieve.
Con respecto al clima, llueven entre
200 a 600 milímetros, de los cuales sólo
el 30% es agua efectiva, ya que debido al
viento incesante, no llega al suelo. Llue-
ven 300 días al año, es casi lo mismo que
decir que llueve un poquito prácticamen-
te todos los días.
Las temperaturas son bajas, en vera-
no son muy parecidas a las nuestras en
junio/julio y en invierno pueden existir
nevadas.
Las dos terceras partes del tiempo hay
viento, en promedio de 30 kilómetros por
hora (doble de velocidad a la cual un mo-
lino saca agua). Lo llamativo es que no
hay referencias para darse cuenta desde
el interior de una casa si hay o no viento,
ya que prácticamente no hay árboles. Los
pocos que existen están inclinados y es-
tirados en función del viento dominante.
Existe un dicho que afirma que “si para
el viento, los kelpers se caen”, haciendo
alusión al hecho de siempre están ha-
ciendo esfuerzos para avanzar con viento
en contra.
La variabilidad es lo común, mucho más
que la nuestra, existen las cuatro estacio-
nes en el día. Casi existen días enteros
lindos o feos. Tienen dos horas lindas,
después se nubla, a continuación llueve,
posteriormente enfría y finalmente para
el viento.
Vegetación
El paisaje, es de pastizales. Pastizales sin
fin, interminables, uno tiende la vista en
cualquier dirección y no existe ninguna
barrera visual que impida ver como se ex-
tienden en el horizonte. Pastizales ama-
rillos/amarronados. Dominados por una
especie que le confiere esa característica
que es: Cortaderia pilosa (pasto blanco).
Especie prima hermana de nuestra
Corta-
deria selloana
, cortadera o paja penacho
(
pampas grass
), ubicada en los bajos a
la salida de Montevideo camino al litoral
oeste del país. A diferencia de la nuestra,
que es de gran tamaño, no alcanza altu-
ras más allá de los 60 centímetros, es de
mala calidad (50% de digestibilidad) y por
lo tanto muy poco comida.
En sus orígenes la única herbivoría (ani-
males que comen pasto) que existió, es-
tuvo dada por aves, fundamentalmente
gansos, los cuales hasta hoy en día abun-
dan en las islas y compiten por el recurso
forrajero a razón de 5 gansos por oveja.
Dicho pastizal observado más de cer-
ca, tiene una cobertura en general alta
(entre el 70 al 100%), lo cual difiere de
la Patagonia y el espacio entre las matas
de pasto está ocupado por otras hierbas
pequeñas que muchas veces son peque-
ños y a veces grandes helechos (del gé-
nero Blechum), hay macahines y especies
subarbustivas, algunas primas hermanas
de nuestras carquejas. Entre las subar-
bsutivas se destaca la “murtilla” (
diddle
dee, Empetrum rubrum
), que produce una
fruta pequeña de color rojo (berry), muy
comida por los lanares, debido a su alto
contenido de microelementos, pero no
así la planta. Especie que es indicadora
de degradación y que ha tomado cuen-
ta de grandes extensiones, consecuencia
del sobrepastoreo. Existen además otras
gramíneas de los géneros Poa, Festuca,
Agrostis entre otras y con fuerte presen-
cia en muchas partes de la naturalización
de una especie exótica como es el Holcus
lanatus (pasto lanudo) muy sembrado en
el este de nuestro país.
Existen pequeños bajos fértiles (oasis,
mallines, greens), muy verdes y de alta
productividad (5.000 a 6.500 kg de mate-
ria seca/ha/año) que raramente superan
el 10% de la superficie de los estableci-
mientos. Estos lugares son preferidos por
los gansos y ovejas.
Pastizales interminables.
Foto: Plan Agropecuario
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