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GANADERÍA
trabajos en coordinación entre las ins-
tituciones estatales y la sociedad civil.
Es frente a este diagnóstico que, a
partir del espacio que coordinó la acti-
vidad y la publicación del documento,
se inicia una etapa nueva de trabajo
interinstitucional. Las instituciones
y organizaciones de la sociedad civil
generan un ámbito de coordinación
sociedad civil – Estado, de orientación
interinstitucional denominado “Es-
pacio de Dialogo Mujeres Rurales”
1
.
Este espacio orienta su trabajo a dar
difusión al documento y sus propues-
tas, así como a promover y monito-
rear el desarrollo de acciones y políti-
cas públicas en consonancia con ello.
En ese marco se han sumado más
recientemente al ámbito de trabajo el
IPA y el MSP.
En el proceso de trabajo del año
2016 se han desarrollado una serie de
acciones que por una parte profundi-
zaron la difusión del documento y por
otro impulsaron el desarrollo de com-
promisos que atendieran a los resulta-
dos sintetizados. El documento se ha
difundido en los Consejos Agropecua-
rios Departamentales, en las Mesas
de Desarrollo Rural y en el Consejo
Nacional de Género, así como se rea-
1. Correo de contacto del “Espacio de Dialogo Mujeres Rurales”
lizó una instancia entre técnicos/as y
autoridades de diversos organismos y
la institucionalidad agropecuaria para
facilitar el conocimiento del mismo.
Adicionalmente, y a partir de este tra-
bajo de reconocimiento, se han desa-
rrollado compromisos y planes de tra-
bajo en diferentes instituciones a nivel
nacional y local, haciendo hincapié en:
campañas para visibilizar el trabajo de
las mujeres rurales, el acceso a la for-
mación, la modificación de bases para
promover el acceso a convocatorias
productivas, la formación en género
del funcionariado y asistencia técnica
vinculada a la institucionalidad agro-
pecuaria, la profundización de la es-
trategia de cotitularidad de la tierra y
las articulaciones para protocolizar las
acciones para la protección de las mu-
jeres rurales frente a la violencia.
Hoy el documento aparece como
una guía de trabajo para la actual admi-
nistración, pero es asimismo un recur-
so que con adecuada difusión puede
ser de utilidad tanto a extensionistas,
técnicos/as de los ámbitos nacionales
y locales ya que podrán encontrar en
este documento pistas para pensar
sus prácticas y propuestas. Se entien-
de que en él existen elementos que
orientan tanto a revisar el quehacer
de las instituciones en el diseño y
ejecución de políticas públicas, como
elementos que se dan de hecho en la
práctica y que, re orientados, pueden
ser herramientas para revertir las des-
igualdades de género que atraviesan
el medio rural.
De igual forma el documento puede
ser una herramienta para los propios
grupos y organizaciones rurales, espe-
cialmente los grupos de mujeres. La
lectura de este documento permite
identificar elementos comunes y traba-
jar en la incidencia tanto frente a las ins-
tituciones del Estado como de cara a las
propias organizaciones. En este sentido
también constituye un insumo para que
trabajar al interior de los grupos sobre
las situaciones de las mujeres rurales,
y re pensar en el trabajo colectivo cómo
aportar a los cambios culturales que im-
piden un acceso equitativo a los recur-
sos de mujeres y varones.
De esta manera el documento y el
ámbito de trabajo dan cuenta de orien-
taciones a profundizar: articulación Es-
tado – Sociedad Civil; compromisos
nacionales y locales; articulación inter-
institucional; comunicación, impulso y
monitoreo de resultados.