Revista del Plan Agropecuario N° 167 - page 58

REVISTA DEL PLAN AGROPECUARIO
Ganadería
En este artículo se analiza esta
línea de trabajo, teniendo en
cuenta que la pérdida de corde-
ros más importante en los siste-
mas se da en torno al parto y tie-
ne una alta variabilidad, a pesar
de las tecnologías que se imple-
mentan desde el punto de vista
de la alimentación, la sanidad y
el manejo.
Antecedentes y justificación
En nuestro país, y en la zona de basalto,
es donde se concentra el mayor número
de ovejas encarneradas a nivel nacional,
en sistemas de producción básicamente
de tipo extensivos. La mayoría de las ma-
jadas son servidas en los meses de marzo
y abril, por lo que las pariciones ocurren
desde mediados de agosto a fines de se-
tiembre.
Si bien en esta época se produce un au-
mento de la temperatura media, a su vez
ocurren cambios bruscos en la amplitud
térmica, con bajas muy acentuadas de la
temperatura.
Este panorama se agrava si se produ-
cen precipitaciones abundantes y vientos
permanentes, que provocan una baja de
la sensación térmica y comprometen la
supervivencia de los corderos. En esas cir-
cunstancias, aunque las predicciones pue-
dan ser bastante certeras, es poco lo que
se puede hacer para proteger al cordero
recién nacido de las condiciones ambien-
tales adversas.
Desde siempre el SUL y otras instituciones,
han promovido la mejora de la alimentación
en el período del preparto, como forma de
aumentar el peso al nacer del cordero y
mejorar su supervivencia. Esta tecnología
se confirma en el caso de la oveja mellice-
ra, que con este manejo aumenta la tasa de
supervivencia de los corderos de un 50% a
un 75%, en condiciones de alimentación me-
joradas.
De todas maneras, en temporales de varios
días, dónde se combinan los factores antes
nombrados: baja temperatura, lluvia y vien-
to, la mortandad en torno al parto puede ser
muy alta, aún en corderos provenientes de
ovejas bien alimentadas durante el preparto.
En términos generales en majadas con
buenos niveles de alimentación en el pre-
parto y correcto manejo sanitario, la mortan-
dad al parto no debería superar valores de
un 12-15%. Esto, sin considerar pérdidas por
predadores.
En la primavera 2013, como consecuen-
cia del temporal de setiembre con preci-
pitaciones abundantes, vientos fuertes
y descenso brusco de la temperatura la
mortandad de corderos se ubicó entre un
30 y 40%, que resultó en la señalada más
baja de los últimos años.
Si partimos de la base que se han man-
tenido y en un futuro se mantendrán las
condiciones de extensividad de nuestros
sistemas de producción, se advierte sobre
la vulnerabilidad permanente y la nece-
sidad de bajar ese riesgo implícito, con
medidas adicionales al manejo, la alimen-
tación y la sanidad, como son los abrigos
para la parición.
En un momento de la producción ovina
dónde es necesario el aumento de stock
y teniendo en cuenta las consideraciones
anteriores, es claro que los abrigos artifi-
ciales son una tecnología que debemos te-
ner disponible, y a relativo bajo costo, para
bajar la mortandad de corderos al parto.
Las categorías a tener en cuenta serían
las ovejas melliceras y las borregas, las
cuales presentan en general corderos con
un menor peso al nacer. Para el caso de las
ovejas con gestación de corderos únicos,
se podría pensar en algo más a mediano
plazo, como el aprovechamiento de corti-
nas ya existentes en el predio o la implan-
tación de nuevas en potreros destinados a
la parición.
Es probable que el abrigo tenga que estar
cercado y con la posibilidad de suplemen-
tar a estos vientres, por lo que ante la pre-
dicción de un temporal, se puedan juntar
los animales en forma rápida.
Consideraciones generales sobre
los abrigos
Los vientos frente a los cuales debemos
tener precaución en orden de importancia
son: el llamado pampero del Suroeste, lue-
go los del Sur y por último los del Sur-este.
Esto explica que las cortinas deberían pre-
sentar una orientación Este a Oeste. (Mapa)
La ubicación de la cortina protectora debe
constituir un ángulo recto con la dirección
del viento del cual queremos proteger, se
admite una desviación de 30
o
, con lo cual
aun así ofrece buena protección.
Como la protección de la cortina se ejerce
hacia el norte, si es posible debemos ubi-
carla en la parte norte de la ladera de una
cuchilla, de esta forma sumamos la acción
protectora de los árboles y la de la altura
del terreno.
En los sistemas extensivos las ovejas no
pueden ser forzadas a buscar abrigo, por lo
que estos deben instalarse en aquella áreas
del potrero donde la experiencia indica, que
éstas buscan para permanecer durante la
noche o parir.
Observando las costumbres de los anima-
les, resulta sencillo determinar que la zona
favorecida por los árboles debe ser alta, de
buen escurrimiento y drenaje, y orientada
Abrigos para parición en sistemas extensivos
de producción ovina
Ing. Agr. José Rivero Cayetano
Secretariado Uruguayo de la Lana
Ing. Agr. Marcelo Gratarolla Adinolfi
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