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ductores de forraje y que sea el pro-
pio animal que lo coseche, pero si
sobra “guardar para cuando no hay”.
Con esa idea se construye la base
forrajera del sistema, teniendo a la
alfalfa como especie principal, por
estar adaptada al medio, de ciclo pe-
renne, de calidad forrajera casi cons-
tante durante todo su ciclo y mezcla-
da con tréboles y raigrases aportan
una alta productividad. Para cubrir el
invierno siembran avenas también
de alta producción y en otoño hacen
reservas de los excedentes (fardos y
silo-pack de alfalfa, fardos de avena +
raigrás), además de fardos de paja de
cosecha de trigo o avena en un área
agrícola cedida en medianería.
Como los machos Holando del tam-
bo son insuficientes para el área de
recrías con esa producción forrajera,
es que cuentan además con un rodeo
de vacas de cría Hereford cruza Aber-
deen Colorado, que les provee terne-
ros para el sistema.
El criterio de manejo para los Ho-
lando hasta engordarlos es muy par-
ticular: “la recría hasta el año siem-
pre con buenas ganancias de peso
sobre praderas de alfalfa con fardos,
pero después del año alcanza con
mantenerlos sobre campos sin me-
joras para que se desarrollen y no
engorden. Luego antes de los dos
años van sobre avenas en invierno-
primavera alcanzando altas tasas de
ganancias de peso que van desde 1
a 2 kg/día llegando a los 450 kg en
planta, con buena cobertura de gra-
sa cuando recién han cortado los 2
dientes.
Este animal por su calidad de carne
es aceptado en cualquier mercado
y mucho más en el abasto interno
donde su colocación podría tener
ciertas ventajas al tener menos cos-
tos de comercialización.
El área de recrías-invernada admite
una capacidad de carga de hasta 2.2
cabezas promedio por hectárea, con
ganancias promedio de 0,385 kg/día
determinando una producción de
más de 300 kg/ha año.
En un año en que la baja de valores
de todos los productos y los altos
costos de los insumos fue la cons-
tante, el ingreso bruto por hectárea
para este predio fue de U$S 493, con
costos directos de U$S 266 (incluido
renta de U$S 125/ha promedio), de-
jando un margen bruto de U$S 227/
ha. Lo que lleva a reflexionar que du-
rante un ejercicio económico en que
muchos rubros y especialmente la
lechería pasan por un momento de
tantas dificultades, existe una activi-
dad que manejada con alto nivel de
especialización puede llegar a ser
complementaria o sustitutiva permi-
tiendo altos ingresos a las familias.
Como todo proceso aunque senci-
llo, exige conocimientos, esfuerzo,
disciplina y mucha atención hacia
las variables manejadas. De ahí que
sean evaluadas cotidianamente, tan-
to clima, el pasto como los animales
con objetivos bien claros y deter-
minados. Vaya si da para pagar las
cuentas, vivir y seguir trabajando.
Foto: Plan Agropecuario
Foto: Plan Agropecuario