De Casa
todo la zona de Basalto. Sin embargo,
la institución comenzó el año haciendo
relevamientos, visitando productores y
recorriendo las diferentes zonas. Recor-
demos que el Plan Agropecuario hasta
mayo tenía un técnico por departamen-
to, salvo en el litoral oeste y sur, y que
cada técnico está en contacto con las di-
ferentes agrupaciones de productores o
con productores referentes, para analizar
las diferentes problemáticas que existen
en las zonas y en función de estas, de-
sarrolla actividades para colaborar en su
solución. Esto hace que los técnicos del
Plan tengan un conocimiento bastante
exhaustivo del departamento en el cual
actúan, lo que les permite saber cómo
está la situación, visitando y conversan-
do con los productores y otros actores
del sector en diversas zonas. Como com-
plemento, también se realizaron encues-
tas, en conjunto con otras instituciones,
para poder “afinar” más la información
relevada.
Producto de este relevamiento se ob-
tuvieron datos objetivos los que, suma-
dos a la información que el MGAP utiliza
para la declaración de emergencia agro-
pecuaria, permitieron tener elementos
para que en cada caso, se tomaran las
medidas pertinentes. Teniendo esto en
cuenta, comenzaron a diagramase ac-
tividades de extensión con el objetivo
de colaborar con los productores en la
evaluación del estado de las pasturas,
las aguadas, los animales y los recursos
económicos con los que contaban para
poder enfrentar una situación adversa
y analizar posibles opciones de manejo.
La situación problemática continuó du-
rante febrero, con bajas precipitaciones.
En muchas zonas los niveles fueron aún
menores a lo esperado, lo que profun-
dizó el déficit hídrico en los perfiles de
suelo. Los entores continuaban desarro-
llándose. La baja disponibilidad de pasto
como consecuencia de un verano poco
benévolo y de la baja acumulación en
primavera constatada por los datos del
monitoreo satelital de pasturas, daban
pauta de la pertinencia de trabajar en
ese momento, sobre ajuste de carga y la
realización de diagnósticos de actividad
ovárica.
Evaluar la situación particular
Como se mencionó, una de las pri-
meras estrategias desarrolladas por la
institución fue, a partir de diversas jor-
nadas con productores, colaborar con la
evaluación de las situaciones particula-
res. Esto en el entendido que existe un
espectro amplio de productores y rea-
lidades prediales, frente a lo cual, para
actuar, es necesario analizar concreta-
mente dónde se está parado para tener
un punto de partida. En este sentido, en
diversas actividades se repartieron cues-
tionarios, que ayudaban a pensar la rea-
lidad de cada caso, preguntando sobre
el estado de las pasturas, los animales,
las aguadas, la situación financiera, etc.
Estos cuestionarios permitieron hacer
un análisis hacia la interna del predio y
la realidad personal y ayudaron a posi-
cionar al productor a partir de esa eva-
luación.
Por otro lado, estas evaluaciones cons-
tataron la aplicación del seguro agro-
pecuario, una herramienta que el MGAP
está implementando en fase de prueba
piloto en el norte y este del país y que se
activa de acuerdo a determinadas carac-
terísticas de la situación.
Criterios considerados
La altura del pasto.
Este es un criterio
fundamental cuya consideración se está
promoviendo desde la Institución, como
forma de contar con una herramienta
práctica para evaluar la disponibilidad
de pasto de un potrero en particular o
del predio en general. Sin llegar a ser un
balance forrajero, constituye una aproxi-
mación a la disponibilidad de pasto del
predio, lo cual, relacionado con la per-
formance animal, nos brinda elementos
relevantes a la hora de tomar decisiones.
Sabiendo que con menos de 5 cm de
altura de pasto un vacuno pierde con-
dición corporal, sabremos las medidas
a tomar de acuerdo a los objetivos que
tengamos.
Para ello, se propuso una herramienta
Fotos: Plan Agropecuario
Megane Herramienta
de simulación de
posibles escenarios
de sistemas gana-
deros.
Uso de la regla para
medir pasturas.
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