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con su familia define la orientación
de la producción, según su tierra, su
mano de obra, su ubicación etc. etc.
Muchos productores reconocen en
el técnico de la Institución, el no lle-
gar al campo con la verdad revelada
sino que escucha, tratar de entender
y comprender porque los producto-
res tiene determinados sistemas de
producción, analiza y en definitiva re-
flexiona junto a él sus metas sus obje-
tivos y también porque no sus sueños.
Recién entonces podemos plantear
alternativas de mejoras y analizarlas,
acompañándolo en la ejecución de las
mismas y evaluándolas.
Esto lo subrayó el Sr. Guigou pro-
ductor de la zona de Young, en una
reunion afirmando que los que me
gusta de los técnicos del Plan es que
no vienen a decirme lo que tengo que
hacer sino a escuchar.
Creemos que de esta forma, inte-
gramos al conocimiento técnico la ri-
queza de la experiencia que existe en
los ganaderos del país, buscando ser
consecuentes y cumplir de la mejora
manera con lo que está definido en
nuestro plan estratégico.-
Se agradecen los aportes del
Dr. M.Sc. Alejandro Saravia.
Ing. Agr. Mario Pauletti
Presidente
Plan Agropecuario
Todos quienes pertenecemos
a esta institución, la hemos
considerado siempre como
una gran familia. El pasado 10 de marzo, esta familia su-
frió una pérdida tremenda. Se fue nuestra querida Ibelice
Nerveni, quien se desempeñaba como secretaria de la re-
gional Norte en Tacuarembó desde el año 1998, a poco de
nacer el Instituto Plan Agropecuario.
Encantadora pero estricta, responsable y apasionada de
los números, se adueñó rápidamente de la vida de la regio-
nal y con su don de gentes se ganó la confianza y respeto
de todos.
Como compañera siempre divertida, hasta cuando se
quejaba de alguna tarea que no le gustaba realizar, lo hacía
con sentido del humor y siempre dejando claro que no valía
la pena amargarse por estas cosas. Por eso era el pie a
tierra, que nos centraba en lo que realmente es importante
en la vida “aprendan pero disfruten” nos dijo en nuestra
última charla.
Muchas cosas lindas podríamos decir de ella, pero pre-
ferimos recordar su perfil más auténtico, el de una madre
tierna y amorosa y una esposa compañera e incondicional.
Ese rol le salía naturalmente, sin pose, sin esfuerzo, ella
era madre y compañera y después todo lo demás. Sus hi-
jos Luciana, Mariano y Gastón y su esposo Juan Andrés
eran todo lo que ella necesitaba para ser feliz.
Mujer valiente, se enfrentó a una dura realidad con una
entereza y una fuerza que nos dejaba sin palabras de alien-
to pero llenos de admiración por la forma en que decidió
que viviría sus últimos tiempos, con mucha fe, sin cuestio-
nar, sin enojos, solo pedía tiempo para estar con los suyos.
Seguramente sin proponérselo, deja en el recuerdo de to-
dos, esa alegría de vivir, ese amor por la familia y esa entre-
ga aun en los momentos más duros, dignos de compartir.
A su familia, les brindamos un cálido abrazo. La guardare-
mos en nuestro corazón y nuestra memoria con una gran
sonrisa, la misma que nos acompañó durante su vida.
Ibelice