1261 reproducciones

Por el Ing. Agr. Esteban Montes


Durante el invierno el estado de los animales disminuye, por lo tanto, la única opción que queda para preparar los vientres a campo natural para el próximo entore es el otoño previo.


El objetivo es lograr altos porcentajes de preñez en el próximo servicio para lo cual, las vacas multíparas, deberán llegar con una condición corporal 4 y las de primera cría con una condición corporal 5.



Medidas de manejo del rodeo 


Destete definitivo: para destinar la producción de forraje del campo natural para que los vientres depositen grasa.


Diagnóstico de gestación: para identificar los vientres preñados y los que están fallados, con el objetivo de concentrar los esfuerzos en los animales que darán un nuevo ternero.


Boquear: para identificar las vacas que vayan a dar su último ternero (CUT). Estas vacas van a ser "fusibles" en caso de haber restricciones, dejando el forraje disponible para las vacas que tienen que volver a preñarse.


Clasificar por condición corporal: para hacer la asignación de forraje en función de los requerimientos y objetivos de los diferentes lotes.


Manejo de los toros: es recomendable sacar los toros del rodeo, si se toma la desición de mantenerlos, tener en cuenta que se atrasarán las pariciones y se deben tomar medidas para preñar los vientres en el próximo entore.


Estas medidas de manejo se deben hacer lo más temprano posible, lo que permitirá aprovechar mejor el pasto del próximo otoño para que las que estén preñadas, tengan la condición corporal necesaria para preñarse en el próximo entore. Estas vacas preñadas deben solventar los primeros estadios de la lactancia en base a grasa, sobre todo los que van a parir primero, momento en que la oferta de forraje es limitada. Esta recomendación es más urgente aún, cuando como ocurre en algunas zonas del país hay escasez forrajera.


 


Medidas de manejo de las recrías de hembras al finalizar este verano


El objetivo con esta categoría es que lleguen ciclando (muestren celo) al inicio del servicio, para comenzar la vida reproductiva temprano.


Un parámetro a tener en cuenta, es que lleguen por lo menos con 250 kilos a fines de mayo. Manteniendo el peso o admitiendo pequeñas pérdidas (no más de 10 kilos) en el invierno, llegarán al peso deseado al inicio del servicio logrando preñeces tempranas.


Pesando las hembras de sobreaño a inicios del otoño, permite conocer la diferencia que existe para llegar a 250 kilos a fines de mayo. En base a esto se debe definir el manejo a realizar en función de los recursos que se disponga (forrajeros, económicos, etc.).


 

Auspiciantes anuales