De CASA
asa
En épocas de crisis es necesario tomar decisiones y
diseñar estrategias que nos permitan minimizar los
efectos negativos y capitalizar las oportunidades de
aprendizaje y cambio que las mismas traen consigo.
Es necesario innovar, para seguir cumpliendo obje-
tivos, sin detenerse, incorporando nuevas “formas
de hacer” y planteando nuevos arreglos y aplica-
ciones para prácticas conocidas. Este es el camino
que el Plan Agropecuario ha recorrido, una vez más,
en esta oportunidad frente al desafío de seguir es-
tando cerca de los productores, productoras y sus
familias, a pesar de las restricciones derivadas de la
crisis sanitaria actual.
La Extensión en tiempos de Covid19
Ing. Agr. Ana Perugorría Larroque
Lic. MSc. Guaymirán Boné Rodríguez
Plan Agropecuario
Crisis
Cuando hablamos de crisis, asociamos el concepto a cambios;
implican alteraciones, generalmente abruptas, en el funciona-
miento estructural de las cosas que afectan su previsibilidad o lo
que podemos reconocer como “normalidad”. Las crisis pueden te-
ner diferentes orígenes o afectar distintos aspectos o dimensiones
en un determinado ámbito; existen crisis económicas, financieras,
climáticas, políticas, o como en este caso, una crisis sanitaria. Una
pandemia no prevista aunque posible, generó una crisis mundial
que desestabilizó el orden en el que estábamos acostumbrados a
desenvolvernos. Ésta, también puede identificarse como una cri-
sis primaria, generadora a su vez, de otros desórdenes de índole
económico, comercial, laboral, etc.
La situación afectó, de una u otra forma, a todos los ciudadanos
del mundo y también a instituciones y organizaciones que deben
continuar con su labor o adaptarla para lograr sus objetivos y más
que nunca estar, en la medida de las posibilidades, cerca de quie-
nes son su razón de ser.
Adaptación
La adaptación es la acción de ajustar algo o ajustarse a una si-
tuación para mantener o proseguir un proceso determinado.
La necesidad de adaptación es casi permanente; no obstante,
frente a la pandemia por el Covid-19 esta necesidad nos ha alcan-
zado a todos y de una forma mucho más evidente. Todos tenemos
que adaptarnos a lo que ocurre; primero en nuestros círculos más
cercanos e íntimos, para proteger a nuestra familia, a nuestros
allegados y colaboradores, y a nosotros mismos, pero también es
un tema de responsabilidad para con la sociedad en general,
proteger y cuidar al otro, quien quiera que sea.
También nos desafía a no detenernos, para lo cual es ne-
cesario pensar en estrategias y “formas de hacer” diferentes
para lograr objetivos similares a los propuestos previo a la
crisis. Esto no se da solo a nivel personal; las organizaciones
también tienen la necesidad de adaptarse y continuar en
movimiento mediante estrategias distintas y con herramien-
tas nuevas o no tanto, pero que se resignifican en un nuevo
escenario, utilizando más de su potencialidad.
El Plan Agropecuario no ha estado ajeno a todos estos even-
tos, ni como organización con responsabilidades frente a la
sociedad ni como grupo humano. Cabe recordar además que
la crisis sanitaria derivada de la pandemia se sumó a otra
que veníamos sobrellevando desde los primeros meses del
año: el déficit hídrico y luego forrajero que aún se mantiene
y se profundiza en algunas zonas de Uruguay a consecuencia
de la llegada del invierno, la época de menor crecimiento de
las pasturas naturales.
Recurriendo una vez más a la capacidad característica de
reaccionar rápidamente frente a la contingencia, lo que nos
ha permitido detectar, aprovechar y transformar situaciones
adversas, tratamos de hacer nuestras las palabras de Albert
Einstein “En la crisis nace la inventiva, los descubrimientos y
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