Editorial
La participación en los procesos de
desarrollo
Fotografía de portada
Autora: Jimena Martínez
Título: Juventud rural
Departamento de Salto
Ing. Agr. Mario Pauletti
Presidente
Plan Agropecuario
Hace varios años, la FAO estudió los factores de éxito de 33 proyectos
de desarrollo rural alrededor del mundo, analizando diversas causas
que podrían haber influido en estos resultados: desde cuanto fue el
capital invertido por persona, cuanto se había ponderado cada ele-
mento, duración del proyecto, etc. Entre estos factores se incluía la par-
ticipación de los propios destinatarios. Este último factor era el único
que aparecía en todos los programas de desarrollo rural exitosos.
almacenaje es ese?), plantear sugerencias
(se podría adquirir una máquina de repa-
raciones viales o incluir insumos apícolas,
o promover la integración de los jóvenes y
las mujeres). Pero va más allá de asistir una
vez a la asamblea anual, es estar en las co-
misiones de los temas que intrínsecos a la
organización, en la comercialización, en los
proyectos, en las actividades que organiza,
aportando con nuestra producción, com-
prando los insumos, etc.
En las actividades de la zona, comisiones
para mejorar o apoyar la escuela, por el ca-
mino, la luz, comisiones de seguridad y las
Mesas de Desarrollo, donde tiene el derecho
y el deber de hacer oír su voz para buscar
soluciones conjuntas a los problemas que
los aquejan. Conocemos en todo el país gru-
pos que nos permiten comisiones que han
logrado acceder a la energía eléctrica, que
se organizan para mejorar los caminos, que
trabaja para crear una escuela agraria en la
zona, lograr un campo de colonización para
ser gestionado grupalmente, etc. También
es necesaria la participación promoviendo
actividades recreativas para ambos sexos,
el deporte, grupos de baile, gimnasia para
adultos, baby futbol, voleibol entre tantos
otros. Grupos culturales (teatro, música, cur-
sos, literatura, pro biblioteca etc.)
Y por último no menos importante en las
actividades de extensión y capacitación , por
eso desde el Plan Agropecuario, buscamos
siempre diferentes metodologías para que
se promueva la participación de la gente
que asiste, desde trabajos en grupos, talle-
res, presentaciones, recoger de esta forma
la opinión de cada uno, etc. Cuando el pro-
ductor se ve reflejado en el otro compañero,
en lo que opina, en lo que hizo y le obtuvo
un resultado positivo es cuando realmente
estamos haciendo extensión, rescatando
sus saberes, no en forma automática sino
reflexiva.
Recuerdo hace años que en la Cooperativa
CALOL teníamos un grupo de productores en
Campana, en una reunión se trató el tema
de siembras asociadas de praderas con ce-
reales y cuál sería la recomendación para
que diera un buen resultado. Las respuestas
de los productores coincidían plenamente
con las conclusiones en una publicación de
La Estanzuela aparecida posteriormente.
Con esto logramos rescatar el saber po-
pular e implícito, que viene desde muchos
años atrás y que combinado con el conoci-
miento técnico le dan solidez a las propues-
tas de mejora predial.
A participar en una organización se pue-
de aprender, paso a paso, empezamos por
una comisión escolar, una subcomisión de
la cooperativa, para después ir avanzando
en niveles superiores de integración, co-
misiones directivas y luego organizaciones
nacionales.
Por todo lo anterior, seguimos afirmando
que sin que la gente participe en las dife-
rentes actividades de su zona, no se logra
el tan ansiado y necesario desarrollo rural.
Hace ya varios años también las Naciones
Unidas definieron que la participación se en-
tendía como una metodología de desarrollo
pero también era un derecho humano.
Participar es tomar y tener parte (los ale-
manes le llaman teilhaben y teilnehmen), por
eso en el trabajo de extensión, el Plan Agro-
pecuario promueve la participación de los
productores, sus familias y sus empleados.
La participación de los productores y sus
familias son imprescindibles a 3 niveles.
En sus organizaciones, interviniendo como
parte de las organizaciones de productores
de primer grado (cooperativas, socieda-
des agropecuarias, sociedades de fomen-
to u otras), hasta en las de segundo grado
(CNFR, ARU, FR y CAF). Esta acción permite
que las organizaciones no languidezcan y/o
mueran, sabemos que a nivel local son ne-
cesarias para gran parte de los productores
de una zona, pero si no las apuntalamos di-
fícilmente cumplan su rol en el desarrollo.
La participación tiene diferentes escalones:
la asistencia a una asamblea, opinar e in-
tervenir en una reunión, ser parte de una
opción de renovación o mantenimiento de
una Junta Directiva al integrar una lista, etc.
En una asamblea, instancia que es la más
importante en la vida de la organización es
cuando además podemos sacarnos las du-
das (¿Por qué se demoró tanto la liquida-
ción de la semilla fina? ¿Porque el costo del
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