mos a una ardua tarea para eliminar el
monte cerrado de espinillos que ocu-
paba casi todo el predio. Trajimos cinco
cabras que fueron el complemento ideal
del trabajo como control de los renue-
vos, que además de mejorar el paisaje
nos permitió avanzar en el intento de es-
tablecer nuestra cabaña de ovinos Texel,
con la que hoy nos hemos animado ya a
participar no sólo en la muestra gana-
dera anual de San José, sino también en
Durazno y en la última edición de la ex-
posición del Prado. Además del plantel,
tenemos una majada general cruza Texel
y un rodeo de cría vacuno Angus, adap-
tado a la extensión del campo. Cuando
ingresamos al predio, el mismo tenía
solamente 2 potreros sin alambrados
internos. Subdividimos contemplando
el agua y la sombra, se hicieron corrales,
mangas, tubos y embarcadero para tra-
bajar con vacunos y ovinos, además de
hacer un tajamar e instalar varios bebe-
deros. Actualmente son 10 potreros con
alambrado convencional de 7 hilos.
Luego de 7 años limpiando el campo
pudimos hacer algo de praderas (raigrás,
festuca, trébol blanco, trébol rojo, lotus,
falaris) y sembrar alfalfa.
¿Ahí se produce el acercamiento a la ins-
titución que hoy la tiene como Presidenta?
No, esa es otra historia. Unos cinco
años atrás había sido invitada a un pro-
grama radial en San José para contar la
experiencia que desarrollábamos con la
elaboración de dulce de leche de cabra
y a raíz de ello, integrantes de la rural
maragata me contactan invitándome a
integrar la institución, donde encontré
un ambiente tan abierto y sincero que
me hizo cambiar la imagen que tenía
sobre la mayoría de las agremiaciones
agropecuarias. Concretamente hubo un
hecho que me marcó profundamente; la
sequía del año 2015 que afectó al país,
y fundamentalmente a esta zona. Nos
tocó participar en el operativo de en-
tregas de raciones del MGAP, en apoyo a
los pequeños productores que colapsa-
ban ante la adversidad climática. Me di
cuenta que ante mí estaba la posibili-
dad de devolverle a la sociedad mucho
de lo que habíamos recibido a través
del tiempo. Y me di cuenta también que
este tipo de instituciones, como es el
caso de nuestra Asociación, tienen que
estar siempre abiertas para recibir las
inquietudes del productor y convertirse
en caja de resonancia de sus necesi-
dades, de sus ideas. El productor debe
sentirse escuchado por la gremial, sen-
tir confianza de que sus reclamos serán
oídos.
¿Muchos proyectos en mente para el
ejercicio que comienza?
Si, empezando por la metodología
de trabajo. Estamos tratando de llevar
adelante un ordenamiento de iniciati-
vas a través de un sistema de “Lluvia de
Ideas”, con la participación de titulares
y suplentes de la Comisión Directiva,
quienes aportan todas aquellas ini-
ciativas que ven como posibles. Nada
se deshecha. Se jerarquizan las ideas
y quedan en el papel para que perió-
dicamente se pueda evaluar el avance
de cada una en su concreción. El año
que comienza será muy especial para la
Rural maragata. Es el de la 75
ta
Exposi-
ción Internacional de Ganado Lechero,
a cumplirse en octubre del 2019. Es el
máximo evento anual que organiza la
institución. Queremos darle el realce
que el hecho significa. La seguridad del
entorno del predio ferial es una de las
preocupaciones prioritarias que tene-
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