Editorial
El camino y la forma
Fotografía de portada
Ana Figari
Título: Doble propósito
Durazno.
Ing. Agr. Mario Pauletti
Presidente
Plan Agropecuario
y credibilidad con los productores. De este
modo se lograría que temáticas importan-
tes a este nivel fueran problematizadas
por todos los involucrados, particularmen-
te por los propios productores.
Sólo con este relacionamiento y comu-
nicación es posible pensar a largo plazo,
que los técnicos colaboren con el produc-
tor para qué tome conciencia sobre la si-
tuación y cómo ésta lo puede afectar, que
evalúe diferentes alternativas y conozca
donde puede estar el origen para tomar la
mejor decisión posible.
Este enfoque también es tenido en cuen-
ta en nuestras actividades de difusión ma-
sivas, jornadas, cursos, comunicaciones de
diferentes tipos y por distintos medios.
También por todo lo anterior, es que el
Plan promueve otro tipo de actividades
que tengan una estrecha relación con pro-
ductores, como el programa de monitoreo
de empresas a través de Carpetas Verdes,
el proyecto Integrando Conocimientos,
Fondo de Transferencia de Tecnología y
Capacitación, la ejecución de los FPTA “De
pasto a Carne”, “Más Pasto”, “Sierras del
Este” entre otras.
En definitiva, convencidos de que este es
el camino y la forma, seguimos bregando
por estar más cerca de los productores y
su familia, y realizar así el mejor trabajo
posible.
Las funciones del Instituto Plan Agrope-
cuario como un organismo de extensión
pública son diversas y van desde la capa-
citación a productores, la comunicación y
transferencia de tecnologías, el relaciona-
miento con la investigación para contri-
buir con la identificación de problemas a
resolver, pasando por la importante tarea
de informar al gobierno sobre la situación
agropecuaria, así como colaborar en ca-
sos de emergencia en el sector ganadero.
También es nuestra tarea incluir en la
agenda temas no tan visibles o de otros
tipos de complejidad, como son los
medioambientales, de recambio genera-
cional, etc.
Pero sin duda, para este trabajo debe-
mos contar con un buen relacionamiento
entre nuestros técnicos y los productores,
imprescindible cable a tierra que permite
tener conocimiento cabal de la realidad
de las familias que producen.
La base del éxito en extensión está en
establecer canales de comunicación con
los productores y sus familias, desde allí
se direccionan el resto de las actividades.
El viejo paradigma de la relación uni-
direccional entre la investigación/exten-
sión/productor está perimido, y no se
duda de lo provechoso del diálogo per-
manente entre todos los actores. Por lo
tanto, la relación técnico/productor es la
esencia del trabajo.
Como toda relación es una construcción
permanente donde es necesario:
• confianza,
• sinceridad,
• respeto mutuo,
• la postura de igual a igual y
• centrarnos en el objetivo que tienen
los productores.
Para lograrlo, primero debemos tratar
de entender las distintas situaciones, su
lógica y cómo el productor interpreta su
realidad. Muchas veces la problemática
que está viviendo y sintiendo no es la
misma que puede identificar el técnico
de afuera.
Para ello es necesario saber escuchar,
tener paciencia y dedicarle toda nuestra
atención, sabemos que oír no es lo mis-
mo que escuchar. Escuchar es una pro-
ceso activo que exige poner atención, no
solo son palabras, es descifrar, interpretar
silencios, etc.
Por este motivo es relevante para el
trabajo del Plan lograr una comunicación
efectiva, sobre esa base vamos a enten-
der cuáles son las prioridades de los pro-
ductores, cuáles son los objetivos perso-
nales y familiares que los motivan.
Pudimos reafirmar estos conceptos en
un reciente encuentro organizado por el
BID en Argentina y del cual tuvimos opor-
tunidad de participar, allí se plantearon
diferentes experiencias a lo largo y ancho
del mundo, recalcándose la necesidad de
mantener ese estrecho vínculo con los
productores. A modo de ejemplo, se plan-
tearon experiencias abarcativas y que tra-
bajaban temáticas más generales, como
las medioambientales, para lo cual era
necesario volver a tener ese cable a tierra
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