AYER ESTUVIMOS
Fotos: Plan Agropecuario
A fines de octubre del año 2018
Amalia Etcheverrigaray, de 52 años,
asumió la presidencia de la Aso-
ciación Rural de San José, siendo
la segunda mujer en este cargo.
Seguramente recordó su niñez en
Puntas de Malbajar y la Escuela ru-
ral N° 82 de Las Acacias, en el de-
partamento de Durazno, lugares
que la marcaron a fuego y don-
de nació una vocación de servicio
que, sin proponérselo, demuestra
en cada uno de sus juicios y visión
de la vida rural. Hoy, al frente de
su cabaña “Doña Angelita”, en Rin-
cón de Caraballo, 3
a
. Sección Poli-
cial de San José, 15 kilómetros al
norte de la capital maragata, com-
parte con nosotros los planes de
trabajo para la institución que la
tiene al frente y sostiene que los
productores rurales deben sentir-
se representados por las gremia-
les, “algo que no siempre ha suce-
dido” a través del tiempo.
¿El escudo del país vasco que está
sobre su mesa debe tener algo que ver
sobre su niñez?
En realidad sobre mis orígenes, me
acompaña en cada sesión de trabajo.
Tiene, entre otros símbolos del país vas-
co, el que representa el orden en nuestra
tarea y a la vez me recuerda que debo
ser clara, honesta y sobre todo honrar
mis raíces. Mi bisabuelo fue el primero
de la familia en pisar estas tierras. Llegó
alrededor de 1870 desde aquellas regio-
nes de Europa a Carreta Quemada, pre-
cisamente en este departamento, para
trabajar en construcciones de piedra.
El destino ha querido que transcurrido
el tiempo yo también estuviera, actual-
mente, vinculada a San José. Luego él
se trasladó a Florida y posteriormente a
Durazno, donde nacieron mis antepasa-
dos más inmediatos. Mis primeros años
escolares en la escuela rural N
o
82 de Las
Acacias en Durazno, precedieron a mi
vida de pupila en el Colegio de Monjas
de Sarandí del Yí. Desde allí egresé a los
16 años para continuar en Montevideo
en otro Colegio donde hice un secreta-
riado y simultáneamente estudios en
informática. Fue en esa época que par-
ticipé en varios de los Cursos a Distancia
dictados por el Plan Agropecuario, los
que finalicé, y fueron importante aporte
a la actividad futura.
¿Maragata por adopción entonces?
Efectivamente, mi esposo, Matías Ura-
ga, pertenece a una familia tradicional
de San José, con explotaciones agrope-
cuarias por más de un siglo en este de-
partamento. Desde el año 2010 estamos
radicados en esta zona del Rincón de
Caraballo, sobre un predio de 70 hectá-
reas, con una historia de explotación de
características muy particulares. Cuando
decidimos radicarnos aquí nos dedica-
Honrando sus raíces a través del trabajo
Nueva Presidenta en la Asociación Rural de San José
Dr. Germán Alvarez Peña
Plan Agropecuario
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