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supuestal de subsidio, pero además teníamos los Proyectos con fnancia-ción del Banco Mundial (proyectos de Transferencia Tecnológica). Eran proyectos de difusión de distintas tecnologías como destete precoz, suplementación invernal, verdeos, etc. Fueron muchos proyectos que nos permitieron generar un respaldo para el futuro como fondo de contin-gencia para eventuales avatares. En lo presupuestal los primeros 5 años fueron tranquilos pero hubo grandes problemas de liderazgo, cambios en dirección técnica, superposición de roles, etc. Hubo varios espacios de conficto entre la gestión política y la técnica, fundamentalmente debido al diseño institucional. Otro gran tema era el balance de la Junta Directiva entre privados y públicos, con mayoría de privados. Esto generó una confu-sión sobre los fnes de la organización, que siempre fue pública y con fnes públicos, pero que en esos tiempos no se entendía así, sino mas como una “organización de productores”. Los siguientes 5 años fueron mucho más complejos, porque implicaron cambios en la Junta, confictos polí-

ticos entre gremiales y gobierno y la presión por que el Plan se autosusten-tara, con la reducción de estructura y presupuestos, lo que atentaba contra los objetivos reales. Mas la aftosa y la crísis económica, claro.

Usted trabajó también en el INIA ¿Cuál era la relación con la investi-gación?

Fomentar la interacción con INIA, la interacción con la investigación, por provenir de allí me desvelaba y traté de generar los puentes necesarios. Había gente fuera del Plan que pre-tendía que el INIA investigara y el Plan transfriera la investigación de INIA y eso obviamente no funciona así. El Plan es una institución diferente, con visión propia y no es el difusor de la tecnología del INIA. El problema es que hay dos institutos, uno de in-vestigación pura y otro de difusión y transferencia de tecnología pura, con dimensiones y recursos diferentes. Nosotros antes no sabíamos qué de-bíamos hacer con los investigadores y ni pensábamos que debíamos trabajar con ellos. Ellos por su parte no pensa-ban que les pudiéramos aportar algo

sobre qué investigar o cómo generar tecnologías mas apropiadas. Esa era una lógica general, seguramente in-justa con algunos, pero que aplica en general. Pero igualmente siempre se compartió la cancha y se tuvo la inten-sión de trabajar juntos porque era un mandato político. Yo había trabajado allí, conocía mucha gente y le tenía mucho cariño y creía que había espa-cios de trabajo en conjunto. Pensar en investigar sobre espacios que tuvieran en cuenta a la gente, retroalimentar la investigación desde la extensión. Igual siempre hubo colaboración pero a nivel individual de los técnicos, pero no para articular propuestas de trabajo verdaderamente conjuntas. Se empe-zaron algunos caminos, que de algún modo creo se han ido recorriendo.

¿Por qué abandonó el Plan?

Los procesos políticos instituciona-les son procesos desgastantes y si bien en los últimos tiempos había po-dido aportar liderando al equipo y me entusiasmaba seguirlo haciendo, hay decisiones que hacen cambiar eso en instantes. Con casi 10 años trabajan-do dentro del Plan, me surgió la po-