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« Previous Page Table of Contents Next Page »56 RECURSOS NATURALES
La alfalfa ha sido nombrada mu-
chas veces como la reina de las
forrajeras y es cierto cuando la ve-
mos crecer con otras pasturas (por
ejemplo el lotus) que después de
un corte o pastoreo le saca varios
cuerpos de ventaja.
Tiene la desventaja de producir
meteorismo pero eso actualmente
está muy controlado y los produc-
tores que la cultivan manejan ade-
cuadamente el problema, con dife-
rentes medidas de manejo (corte y
marchitamiento previo, pulveriza-
ción con Bloker previo al pastoreo).
El cultivo de la alfalfa
Ing. Agr. Mario Pauletti Plan Agropecuario
Para la siembra de alfalfa se debe ele-gir un campo que tenga buen drenaje ya que no tolera periodos prolongados de encharcamiento.
También se recomienda que el pH esté por encima de 6 aunque hemos tenido muy buenos alfalfares con pH muy bajos pero con niveles de fosforo altísimos, debido a la historia de papa (en la zona de Libertad establecimien-tos como La Horqueta y la Rábida). En esta zona la cercanía con el Río de la Plata hace que la alfalfa produzca muy bien casi todo el año ya que hay pocas heladas.
Para preparar la sementera en siem-bras directas es necesario aplicar Gli-fosato con bastante antelación, si son chacras que viene de soja mejor ya que están normalmente muy limpias de ma-lezas.
La siembra puede realizarse en otoño o en primavera. Con las 2 épocas he-mos visto buenas experiencias; en la zona de Ombúes mayoritariamente se hacen en el otoño asociadas a un cereal (sembrados a muy baja densidad) y en Libertad con siembras de primavera he-mos visto excelentes implantaciones La densidad de siembra usada es de
12 a 15 kilos por hectárea con semilla de buena calidad, recomendamos la cura e inoculación. La cura debe prever el Metalaxil y Thiram más Carbendazim a efectos de cubrir una amplia gama de enfermedades del suelo.
Creo que hoy es muy importante tra-tar la semilla con insecticidas sistémi-cos como Imidacloprid oThiamethoxam que controlan el ataque inicial de pulgo-nes que cada vez es más frecuente en alfalfa.
La siembra no debe ser muy profun-da ya que la semilla de la alfalfa si bien en comparación con otras leguminosas forrajeras es más grande, no debe ser más de 2.5 a 3 cm, pudiendo sembrar-se un poco más profundo en primavera que el suelo esta más caliente y el agua se va más rápido.
En el caso de las siembras de semille-ros es aconsejable disminuir la densidad de siembra a 10 kilos, ya que se ha vis-to que bajas densidades producen más semilla.
La fertilización debe ser adecuada a los requerimientos el suelo para lo cual el análisis es una buena práctica, debemos intentar llegar a las 20 ppm de fósforo. El control de malezas puede hacerse
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