PODREMOS VENDER "CARNE" COMO SINÓNIMO DE "CONFIANZA"
INAC
En base a las estrategias que están desarrollando los principales países exportadores de carnes rojas y tomando en cuenta también, las tendencias de los mercados compradores, vemos que, hoy en día, el atributo que los consumidores más reclaman es la SEGURIDAD ALIMENTARIA.
La población está dispuesta a pagar por garantías de tranquilidad, en cuanto que el producto alimenticio que compra no tenga consecuencias negativas para su salud y la de su familia.
La preocupación de los consumidores es legítima y mantenerlos informados pasa a ser un "deber".
Ya no alcanza con ser eficientes desde el punto de vista económico, ni con tener los menores costos de producción para entrar en los mercados.
La preocupación por el medio ambiente y el bienestar de los animales, constituyen aspectos que cada vez más están incidiendo en las demandas de carnes. La gente empieza a tomar mayor conciencia, que la producción intensiva está contaminando el aire y las aguas.
Los gobiernos de los países desarrollados están muy preocupados, porque deben resolver equilibradamente las demandas legítimas de su población, y al mismo tiempo, no pueden desmantelar de un día para el otro todos sus sistemas productivos. A su vez, reciben fuertes presiones de los distintos grupos económicos, involucrados en la cadena agro-industrial y comercial.
La consecuencia de ello, para los terceros países, es el crecimiento de las trabas al comercio de carne bovina, bajo formas de barreras sanitarias y ambientales, cada vez más exigentes.
Los cambios y la velocidad de adaptación que se requiere hoy en día ante las nuevas circunstancias, es sin lugar a dudas nuestro principal desafío para el siglo XXI, y en ese sentido, a Uruguay se le presenta una gran oportunidad:
"poder vender al mundo "CONFIANZA", justo cuando eso es lo que se nos pide"
Las características de nuestro sistema de producción, basado en pasturas nativas, con pastoreo conjunto de bovinos y ovinos, a cielo abierto durante todo el año, sin estabulación, en ausencia de proteínas de origen animal, hormonas, anabólicos y otros promotores de crecimiento, constituyen ventajas para el logro de tal fin. También, contamos con una industria de avanzada, desde el punto de vista tecnológico e higiénico-sanitario, sumando seguridad a la cadena agroindustrial.
La propuesta de INAC, plasmada gracias a la colaboración de diferentes Instituciones y técnicos (*) , apunta a dar un paso adelante a las exigencias de nuestros mercados compradores, ofreciéndoles la "CONFIANZA" que ellos buscan. Por eso, desarrollamos el PROGRAMA DE CARNE NATURAL CERTIFICADA DEL URUGUAY.
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Dicho Programa, que es de libre adhesión, brinda la oportunidad, a industriales y productores, de ofrecer un producto diferenciado.
La carne uruguaya puede posicionarse, como producto altamente confiable para la salud humana, a través de:
Uruguay siempre ofreció al mundo carne natural de alta calidad, pero además ahora podremos certificarla.
De esta forma, se invita a los diferentes actores de la cadena agro-industrial a participar en el futuro de un producto, para el futuro de un país.
* Integrantes del Grupo de Trabajo: INAC, INIA,
Instituto Plan agropecuario, SUL, MGAP.