HIPOCALCEMIA PUERPERAL

Dra. Deborah César

Instituto Plan Agropecuario

La hipocalcemia puerperal (HP) , fiebre de la leche o paresia puerperal es una enfermedad metabólica-nutricional caracterizada por un momentáneo desequilibrio en la regulación de la concentración del calcio (Ca) en sangre durante el periparto, (48 horas antes hasta 72 horas después del parto) no siendo verdaderamente una deficiencia del mineral.

La enfermedad ocasiona grandes perdidas económicas en las explotaciones lecheras, fundamentalmente debido al costo de los tratamientos, las muertes y las complicaciones secundarias.

Los factores de riesgo más importantes en esta enfermedad son la edad del animal, la alta producción y la dieta en la etapa de transición.

También se ha demostrado que los animales recuperados de un cuadro de hipocalcemia puerperal, producen de un 5 a un 15% menos de leche en esa lactancia.

¿Por que se produce la enfermedad?

El Calcio (Ca) y el Fósforo (P) componen más del 70% del total de los elementos minerales del animal. El 99% del Ca y el 80% del P se encuentran en los huesos y en los dientes.

El Ca también interviene en la formación de los huesos, la coagulación de la sangre, las contracciones musculares, el ritmo cardíaco, en el transporte de los impulsos nerviosos (excitabilidad neuromuscular), la activación enzimática y la permeabilidad de las membranas.

El Ca absorbido por el intestino y el movilizado de los huesos constituyen la fuente principal de calcio para la reserva sanguínea. La vaca presenta hipocalcemia solamente cuando el ingreso total de Ca de estas dos fuentes es insuficiente.

La paresia del parto ocurre cuando la utilización de Ca de la reserva sanguínea, excede el ingreso de calcio absorbido del intestino y el movilizado por el hueso.

Toda vaca lechera sufre una hipocalcemia fisiológica en el momento del parto ya que además de un "pasaje" del Ca de la madre hacia los tejidos fetales de 2 a 7 gramos de Ca /día durante los últimos 60 días de gestación, en cuestión de horas hay un pasaje de 2.5 gramos de Ca/litro de calostro, pudiéndose perder de 20 a 80 gramos de Ca por vaca, dependiendo de los niveles de producción de calostro.

La paresia del parto se presenta cuando la utilización de Ca de la reserva sanguínea , excede el ingreso de calcio absorbido del intestino y el movilizado por el hueso.

El Ca absorbido por el intestino y el movilizado de los huesos constituyen la fuente principal de calcio para la reserva sanguínea. La vaca presenta hipocalcemia solamente cuando el ingreso total de Ca de estas dos fuentes es insuficiente.

¿Como se manifiesta la enfermedad?

La enfermedad se puede manifestar de forma clínica y de forma subclínica.

La forma clínica se puede dividir en 3 etapas.

La etapa 1, de corta duración, se manifiesta por un breve estado de excitación y tetania con hipersensibilidad y temblores musculares. El animal trata de no moverse y no come. Si el animal es obligado a moverse sus movimientos son dificultosos dada la rigidez de los miembros y cae fácilmente.

La etapa 2 se caracteriza por decúbito esternal. El animal se presenta deprimido torciendo la cabeza como mirándose el flanco. La tetania de los miembros ha desaparecido, pero igualmente el animal no puede levantarse. El hocico está seco, las extremidades frías y la temperatura rectal ha disminuido a 36oC.

La etapa 3 muestra un estado de coma con decúbito lateral. El animal no puede levantarse y se produce un meteorismo secundario.

Si el animal no recibe tratamiento rara vez hay recuperación, muriendo por insuficiencia respiratoria.

Si conjuntamente existe una hipomagnesia (disminución del Mg en sangre) el animal mantiene el cuadro de tetania e hiperexcitabilidad en todas las etapas.

Las vacas afectadas de paresia puerperal clínica y/o subclínica son de 3 a 9 veces más susceptibles de contraer otros trastornos asociados al periodo del parto. Estos trastornos secundarios se manifiestan por una menor motilidad gastrointestinal, menor consumo voluntario, menor producción de leche, retención de placenta, retraso en la involución uterina y aumento en la prevalencia de mastitis clínica.

¿Cómo se realiza el tratamiento de la enfermedad?

El tratamiento se debe realizar en las primeras etapas del cuadro clínico para que sea efectivo. Lo mejor es realizar el tratamiento antes que el animal se caiga.

Se debe administrar sales de Ca de manera parenteral. Existen en el mercado muchas soluciones solas o combinadas con sales de Mg y vitaminas a diferentes concentraciones, debiéndose seguir las instrucciones del fabricante para su dosificación.

La vía de elección es la intravenosa, aunque se debe tener cuidado en la velocidad de administración. Por esta vía la respuesta es mucho más rápida.

Otra opción es administrar primeramente de forma intravenosa y luego continuar con la administración por vía subcutánea.

¿Que medidas se deben realizar para prevenir la enfermedad?

La principal causa de la hipocalcemia es el manejo de la dieta en el periodo de transición de la vaca lechera (3 semanas preparto a 3 semanas postparto)

Solo es posible mantener el "pool" de Ca (70 a 80 gramos/día) a través de una mayor eficiencia de la absorción intestinal y/o por el aumento de la reabsorción ósea. El escaso tiempo disponible y el hecho del menor consumo voluntario en el período de transición, implican que sea la reabsorción ósea el principal mecanismo compensador.

El mantenerlo de forma activa en este período de transición es la estrategia de control de esta enfermedad.

Las mejores posibilidades de reducir la prevalencia de la enfermedad es disminuyendo los ingresos de Ca en los últimos 30 a 40 días de preñez, no debiendo ser superiores a 30 – 50 gramos de Ca/vaca/día con una relación Ca / P igual o menor a 1:1.

Como esta práctica de manejo no es siempre posible, la forma más común de lograr esto es "acidificar" metabólicamente al animal, agregando sales aniónicas a la dieta, siendo los cloruros y los sulfatos los elementos más usados. Esta acidificación produce el estímulo para la remoción del Ca y del P de los tejidos óseos, ayudando de esta manera a mantener los niveles de Ca sanguíneo necesarios.