| Enfardado de paja de arroz: Conclusiones
de la pasada zafra 
Ing. Agr. Juan José Durán
Ing.Agr. José Gayo
 Instituto Plan Agropecuario
 Durante 
          la severa sequía padecida en la última primavera y verano, 
          el Plan Agropecuario organizó una serie de rondas de negocios 
          en diferentes localidades del este del país, buscando acercar 
          a los propietarios de chacras de arroz con contratistas de enfardado. 
          El objetivo de estas reuniones fue aprovechar la capacidad ociosa de 
          maquinaria en diversos lugares del país, para "levantar" un volumen 
          importante de paja de arroz en forma de fardos a utilizar en las zonas 
          más afectadas.
 Como objetivo secundario surgió la posibilidad de chequear la 
          utilidad de la paja de arroz como suplemento y su potencial de uso en 
          sistemas ganaderos, tratando de aportar información realista.
 En el 
          presente informe se destacan algunos de los aspectos más salientes 
          derivados de esta actividad:  
         La mitad 
          de los contratistas que concurrieron a las rondas de negocios llegaron 
          a trabajar con los productores que contactaron en dichas reuniones. 
          El resto de los contratistas habían entablado negociaciones pero 
          las condiciones climáticas que se dieron en el mes de abril y 
          mayo (lluvias por encima de los 1000 mm en estos meses) impidieron la 
          realización de los fardos pactados. Se había llegado a 
          un acuerdo con los dueños de las chacras, pero no se pudo cumplir 
          porque las condiciones para el enfardado eran muy malas debido al exceso 
          de humedad.
 Igualmente, 
          la idea fue bien recibida ya que los que pudieron enfardar lograron 
          vender la totalidad de los fardos. Según expresiones de estos, 
          había una gran demanda de este material y si hubiesen trabajado 
          al 100% de su capacidad, todos los fardos se hubieran vendido.  
          Es así que la idea de los contratistas es volver a trabajar en 
          el arroz en la próxima zafra, preparándose y preparando 
          al dueño de la chacra con algo más de anticipación 
          para que se pueda trabajar en las mejores condiciones.
 En base 
          a la experiencia de este año, hay algunos puntos a tomar en cuenta: 
         
          En contacto 
        con los contratistas y vendedores de fardos pudimos rescatar las siguientes 
        impresiones: Se 
            deberán elegir con anticipación los sectores de la chacra 
            más adecuados para el enfardado del arroz (debiendo estar de 
            acuerdo el contratista y el dueño del rastrojo) La 
            zona elegida deberá drenarse para poder realizar el trabajo. Se 
            deberá intentar cosechar en seco el área elegida. Para 
            esto se deberá cosechar primero el área a enfardar. 
          En el marco 
        de las mencionadas rondas de negociación, se realizaron varios 
        tipos de negocios: "La 
            demanda por fardos fue muy grande" "El 
            principal problema es el barro, lo siguen las huellas y las taipas". "La 
            variedad INIA Tacuarí desgasta menos la maquinaria y es más 
            aceptada por el ganado que la variedad El Paso 144". "La 
            paja de arroz se está utilizando en el Este para aportar la 
            fibra en el engorde de ganado, basado en una dieta de subproductos 
            del arroz (afrechillo, puntina) y otros complementos energéticos" "El 
            costo del flete fue un problema, aunque no incidió en la venta 
            del material." "Se 
            constató la importancia de enfardar en seco. Hubo algún 
            rechazo de fardos humedecidos." "El 
            peso de los fardos estuvo entre los 350 y 430 kg dependiendo de la 
            enfardadora." 
           El 
            contratista enfardaba y llevaba para vender fardos a su zona en el 
            litoral:  
          3. Productores 
        dueños del material enfardaban para vender. En el Este se cobró 
        entre U$S 9 y 11 por fardo, lo que da U$S 26 a 35 por tonelada (entrado 
        el invierno y ante la gran demanda el precio aumentó). A eso se 
        debe agregar el costo de flete.
             el 
              pago era mayoritariamente en porcentaje;  los 
              valores variaron entre el 20 y el 30 % para el productor;  el 
              precio de venta puesto en Colonia fue de alrededor de U$S 65 por 
              tonelada de material.  El 
            productor contrataba el servicio de enfardado para alimentar a su 
            ganado: 
             el 
              precio oscilaba entre los U$S 5 y 6 por fardo, (U$S 14 a 17/tonelada) en 
              algunos casos se contrataba también el servicio de acarreo 
              de los fardos dentro del establecimiento, lo que se cobraba alrededor 
              de U$S 1 por fardo.  
 
             
              |  | U$S / tonelada |   
              | Material 
                puesto en Colonia (contratistas que se 
                llevaban un porcentaje)
 | 65 |   
              | Material 
                contratando el enfardado pero para uso propio (productores con 
                ganado para suplementar) | 14 a 17 |   
              | Venta 
                de fardos en la zona Este (productores que contrataron el enfardado 
                para vender fardos) | 26 a 35 |  Conclusiones 
          
         Los contratistas 
          consultados realizaron alrededor de 14.200 fardos, que se vendieron 
          o consumieron en su totalidad. Cabe destacar que esto es un muestreo 
          realizado en la región y que la cantidad total es bastante mayor. 
          Tomando un peso promedio de 350 kgs por fardo, el material enfardado 
          al que nos referimos fue de casi 5.000 toneladas.
 No se dispone de información de la categoría a que se 
          destinaron los fardos, pero sí se puede calcular el potencial 
          que ese material tuvo.
 Tomando 
          en cuenta un consumo promedio del 1% del peso vivo, este material es 
          suficiente para suplementar a 15.800 vacas durante los 90 días 
          del invierno.  
         Para 
          clarificar algunos aspectos relativos al enfardado de paja de arroz 
          transcribimos una entrevista realizada al Sr. Néstor 
          Aguilar, encargado de la maquinaria del Sr. José Irureta, que 
          realizó fardos de paja de arroz, en Rincón de Ramírez 
          en la 3ª sección de Treinta y Tres. 
         ¿Que 
          diferencias ve usted entre enfardar paja de arroz y enfardar pasturas 
          o paja de trigo? Las diferencias más importantes están en el tipo de terreno 
          sobre el que hay que trabajar.
 Las taipas dificultan y hay que andar más despacio, pero se van 
          eligiendo las partes más secas y parejas y aún con algo 
          de barro se enfarda igual.
 ¿La 
          maquinaria debe adaptarse para esta tarea específica? El recolector debe ir más levantado pues se puede dañar 
          con las taipas, incluso se puede cambiar el rodado para levantar aún 
          más.
 El tractor debe tener por lo menos 100 HP y ser doble tracción, 
          pues la máquina queda muy pesada si está con el fardo 
          adentro y en el barro.
 ¿Que 
          rendimiento se puede esperar de la máquina? Teniendo la chacra drenada y las taipas rotas, se pueden obtener de 
          100 a 120 fardos por día, sin problemas.
 ¿Que 
          opina del material que se enfarda?  Pienso que es bueno ya que aquí se enfarda a 2 días de 
          cortado el arroz, por lo que aún está verde. No hay problemas 
          de ardido, pero es muy importante sacar de la chacra a un lugar seco 
          lo más rápido posible el material enfardado para no perder 
          calidad.
  
         
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