Ing. Agr.(MSc) Alberto
P. Rosso
Instituto Plan Agropecuario En dos años, un millón de uruguayos tendrán acceso a Internet. Esto afectará directamente la forma de vida del conjunto de la población, esté o no conectada a la red. El presente integra una serie de artículos que sobre el tema incluiremos en la revista. Palabras como "La era digital", "Empresas .com" o la " Generación del click" son cada vez mas escuchadas y no hacen otra cosa que demostrar que el fenómeno de Internet ha llegado para quedarse en el Uruguay. En medio de un debate generalizado en torno a si la "nueva economía" desplazará a la "vieja", actualmente mas de 250.000 uruguayos tienen acceso a Internet. Esta cifra si bien habla a las claras del impacto y coloca a nuestro país en una situación primordial frente a la mayoría de los países desarrollados, es coincidente con revelaciones que indican que cada segundo 4 nuevos usuarios se suman en el mundo a la red. Analizar este fenómeno es comprender que la "población WEB" crece a un ritmo casi dos veces mayor que la población mundial, con una tasa de crecimiento natural de 2,4 (cada segundo nacen 4,2 personas y mueren 1,7). La promoción que vienen teniendo todas las actividades de Internet, desde sitios WEB, a servicios de información, y comunicación, va en paralelo con la difusión y el aumento de computadoras por habitante. Se considera que cada acceso a Internet es utilizado por 2,2 usuarios. Esto significa que en el corto plazo habrá un millón de personas conectadas en todo el país. El impacto de este crecimiento es impredecible. Los usuarios de Internet, son consumidores activos y en muchos casos, tambien productores de información significativa y original. Este fenómeno afectará directamente la forma de vida del conjunto de los uruguayos estén conectados o no. Es indiscutible que la información y las herramientas disponibles influirán sobre el comportamiento de las personas y de toda la economía. ¿Puede el sector agropecuario
darse el lujo de no participar?
El poder de negociación de los productores adquirirá una capacidad inédita al disponer de este instrumento(Internet), que permitirá entre muchas cosas, coordinar compra/ventas desde cualquier punto del país. Este fenómeno de muchos para muchos, que indudablemente generará una nueva forma de pensar, permitirá en el caso del ejemplo planteado, que el criador ofrezca sus terneros a un mercado regional cuyos demandantes ya no seran solamente los invernadores que acuden al local feria de la zona, sino que se sumarán los productores de todo el Uruguay, mas los argentinos y brasileros. De la misma forma, cuando ese mismo productor criador, necesite fertilizante junto a una gran cantidad de productores generará un pool de compra, y entonces no solamente contará con los precios del representante local, sino que accederá a los mejores precios de la región, contando a su vez con todo el peso de la escala a su favor. Pero esto no sucederá de un día para el otro, porque ademas de tener conexión a Internet, los usuarios deberán adquirir algo mucho mas difícil: una nueva cultura, una nueva forma de pensar, basada en el poder de la información disponible. No hay, ni habrá cursos para obtener esta nueva actitud. Cada productor deberá descubrir, en su experiencia personal el poder que significa el manejo de la información. Hoy ya muchos productores utilizan Internet aunque los servicios que extraen de la red disten mucho de los que la misma permite. Básicamente en la actualidad, Internet juega un rol informativo para el sector agropecuario, mercados, clima, precios de insumos, foros de discusión y alguna propuesta comercial. En la medida que se afianze su uso y se genere esa nueva "cultura", sin lugar a dudas la red se convertirá en un apoyo fundamental para las empresas rurales Pero mientras esta transformación ocurra y aunque haya miles de productores conectados a Internet, habrá otro tanto que seguirá fuera de sus beneficios. Lo que suceda entonces con ellos es un enigma mayor. Por último, la discusión por "vieja" o "nueva" economía parece no ser muy conducente. Está claro que quedan problemas sin resolver como la productividad, el desempleo, las politicas financieras y la deuda externa; y que la solución para los mismos no surgirá de una computadora. Pero ¿Hay alguien que discuta al conocimiento como estrategia de cambio? Hoy parte de ese cambio es alinearse a nuevas formas de trabajo, porque en definitiva de eso se trata la competitividad. La economía neoclásica plantea que la innovación es requisito de toda organización productiva moderna. Entendiendo, que la naturaleza de la competencia económica no es el "equilibrio" sino un estado perpetuo de cambio.
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