Dr. Nicolás López
Villalobos Nueva Zelandia es un país con menos de 3 millones de habitantes, en el que hay más de 3,3 millones de vacas lecheras. Eso determina que el 95 % de la leche producida se exporte, lo que ha llevado a una sólida integración de la industria láctea, la que se inicia en el campo y termina en productos para el consumidor. Se está invirtiendo fuerte en el agregado de valor a los productos obtenidos, lo que repercute en el beneficio de todos los actores que participan en el proceso (producción, procesamiento, distribución y comercialización) . Una característica del sistema es la de ser totalmente estacional con 95 % de la parición en primavera y secado de las vacas en el otoño. Eso determina una gran estacionalidad también en la industria. De hecho hay numerosos estudios analizando la alternativa de producir todo el año, para lograr un uso más eficiente del equipamiento, contra el incremento de los costos de producción que representaría producir leche los 12 meses del año (por la utilización de suplementos). El resultado de esos estudios concluye que el sistema es más eficiente produciendo en forma estacional. Esta forma de producción ha llevado, entre otras cosas, a que indirectamente el productor haya ido realizando una selección por fertilidad, ya que la vaca que no queda preñada en un periodo de 12 semanas es descartada. Esto se debe a la imperiosa necesidad de manejar un lote de animales homogéneos en cuanto a etapa de la lactancia, ya que luego se secan todos al mismo tiempo. Hay años en que los productores manejan lactaciones promedio de 270 días, mientras en otros las lactancias son más cortas. El sistema así presentado parece simple cuando se lleva de una forma ordenada y se respetan los programas, manejando un calendario donde aparecen muy claras las actividades a cumplir a lo largo del año y la presupuestación forrajera prevista. La clave del negocio es la producción y utilización del forraje, y el factor más determinante para lograr una alta utilización de esa pastura es la carga animal. Los productores han llegado a conocer la dinámica de crecimiento de la pastura y los requerimientos nutricionales del rodeo en cada etapa, para lograr un 90 % de la utilización de sus praderas. Una regla muy importante para llegar a esto es el manejo del tamaño corporal . Los neozelandeses trabajan con vacas de 430 a 440 kgs. de peso promedio, este tipo de animales destina aproximadamente el 50 % del consumo para mantenimiento y el resto lo destina a producción, por lo tanto el porcentaje del forraje que tiene directo destino de producción es muy elevado. Las vacas grandes en cambio, si se colocan en un sistema pastoril que no resulte de excelente calidad, destinan un porcentaje importante de esa pastura a mantenimiento. El tamaño del animal debe estar acorde con el medio ambiente en el cual está produciendo; obviamente en la medida que se agregan suplementos a la dieta (subproductos, raciones) con animales más grandes se logra un mayor consumo de materia seca. En Nueva Zelandia existe una gran diversidad genética. Hasta 1960 el rodeo estaba compuesto casi en exclusiva por vacas Jersey, a partir de entonces comenzó a introducirse la raza Holstein. La explicación que se ha dado para ese cambio fue las tendencias de moda. La situación actual es que los animales Jersey y los animales cruza Jersey - Holstein tienen mayor rentabilidad en el sistema de producción que los Holstein puros. La tendencia indica que en los últimos años se ha incursionado más en el cruzamiento de los rodeos comerciales, llegando al 20 % del total de ganado lechero. La opinión es que los productores van a seguir usando el sistema de cruzamientos, recientemente incluso se formó una nueva asociación llamada "Vaca Kiwi", y la definición para la misma es una vaca cruzada. Las estrategias de selección y cruzamiento en la industria deben ser planeadas con el objetivo de lograr la mezcla de los derivados lácteos que más se adecue a las necesidades futuras del mercado. Existen incluso predicciones del New Zealand Dairy Board sobre cuales van a ser los derivados lácteos más demandados en los próximos 20 años. De acuerdo a esa información los científicos de la Export Corporation seleccionan los animales de los cuales se puede esperar un mayor retorno en ese escenario futuro. Además de considerar la composición porcentual de la leche se ha venido insistiendo en la productividad por Há. como factor de retorno económico, y la misma es lograda con cargas altas por Há. y animales que hacen una cosecha de pastura eficiente a bajo costo. A partir de 1995 el objetivo de selección ha sido incrementar la rentabilidad de la vaca, la que se mide en dólares por unidad de materia seca. La unidad de materia seca equivale a 4.500 kgs.de materia seca, que es el total requerido anualmente para una lechera en producción. En función de eso se ha realizado un índice llamado PW. Si una vaca tiene un PW de 40, significa que tiene la capacidad de generar el equivalente a U$S 40 'por cada 4.500 kgs.de materia seca. La riqueza del sistema de selección está en detectar cuales son las mejores vacas con una buena base de datos, un buen sistema de evaluación y claridad en lo que se quiere seleccionar. Del grupo de toros más selecto de Nueva Zelandia se selecciona alrededor del 10 % apareándose con la mayoría de las vacas para producir reemplazos. El progreso genético no está en manos de productores aislados sino que requiere el consenso de la industria. Las vacas están siendo seleccionadas para incrementar proteína, manteniendo un tamaño corporal acorde a un sistema pastoril. Se espera que estos cambios redunden en un beneficio de U$S 7 por animal por unidad de materia seca. Los niveles actuales son: Grasa (%) Proteína (%) Una de las variables en las que se está trabajando es en el valor de la proteína (caseína). Hay una compañía quesera en Nueva Zelandia que paga a sus productores por rendimiento en caseína, poniendo a disponibilidad de ellos sementales de alto mérito genético, con información en cuanto a variantes como capacaseína y betaglobulina, que afectan el rendimiento de queso. También se está estudiando el color de la leche; muchos mercados prefieren leche blanca pero otros prefieren leche amarilla. Otro aspecto importante es la dureza, la forma de obtener manteca fácilmente untable; en la actualidad existen mercados dispuestos a pagar un sobreprecio por productos de esas características y la industria está trabajando en ese tema. Todas las investigaciones tienden al mismo objetivo que es apuntar a lo que la industria requiere y como llegar a eso. De acuerdo a diversos estudios, cuando la industria paga exclusivamente la leche por volumen remitido, los rodeos Holstein son los que logran mayor rentabilidad. Cuando el sistema de pago cambia y se considera con mayor énfasis los porcentajes de grasa y proteína que contiene la leche, los rodeos Jersey y los rodeos cruza (al aprovechar la heterosis) tienen mayor rentabilidad. Características de la producción por vaca El promedio de producción por vaca por lactancia fue en el último ejercicio de 3.376 litros, con un contenido de 156 kgs.de grasa y 119 kgs.de proteína, lo que indica una buena concentración de sólidos. Periodo de
lactación 209 días. Documento
extractado de la conferencia dictada en el mes de mayo en la Asociación
Nacional de productores de leche. |