Ing. Agr. Raúl Gómez
Miller El noreste de Canelones es una zona con características particulares. Predios relativamente pequeños con una larguísima historia de agricultura que ha llevado a un importante deterioro de los suelos. Condiciones de infraestructura relativamente precarias a pesar de su cercanía a Montevideo y una industria que era motor de la zona - como el ingenio azucarero de Rausa en Montes - cerrado hace más de 10 años conforman el panorama de la zona. En ese entorno un grupo de mujeres ha venido trabajando en la búsqueda de nuevas alternativas para sus predios familiares, con la clara consigna de que "la unión hace la fuerza". Dialogamos con Alicia González, Jacqueline De Amore y Gladys Garrido que nos relatan el comienzo de esta historia que se remonta al año 1987. " En aquel momento por iniciativa de Kiray de León se presentó un proyecto a la Federación del Noreste de Canelones y de ahí derivó a la Sociedad de Fomento de Miguez, con la idea de formar grupos de mujeres. La primera iniciativa era para formar 3 grupos en la región; así aparecieron los grupos de Pedernal, de Gardel y otro en Arenales, pero este último no funcionó. Kiray de León había trabajado mucho con grupos de mujeres rurales en otros países. Ella era oriunda de Tala y por eso siempre había tenido la idea de formar grupos en la zona. Por otra parte en ese momento se acababa de cerrar Rausa y se estaban buscando nuevas alternativas para la zona Nosotras teníamos la inquietud de poder concretar algo productivo relacionado con el campo, ya que dejábamos de ser productoras de remolacha azucarera en nuestros predios en emprendimientos familiares." ¿Como fueron esos comienzos? " En el inicio estuvimos casi 1 año sin poder concretar nada, nos reuníamos manejábamos ideas, pero eran reuniones de carácter social, se le puede llamar una "etapa de reflexión"; Kiray siempre nos decía que el grupo debe salir fuerte desde abajo y en ese sentido esa primera etapa, en apariencia poco provechosa fue fundamental. A los 6 meses se hicieron cursos de enfermería rural. Analizamos la realidad de la zona y para darnos un inyectable o tomarnos la presión teníamos que ir hasta el Tala a 15 kilómetros de distancia. En el hospital de Tala con las enfermeras hicimos ese curso de primeros auxilios a través de un apoyo de Caritas, que incluso cedió un botiquín para cada grupo. Esa fue nuestra primera experiencia grupal y creemos que colaboró a mejorar un servicio en la zona." ¿Cual fue la primera experiencia productiva de la cooperativa? " Todas trabajábamos en nuestras casas en aspectos productivos pero teníamos la intención de encarar algo propio y así surgió un emprendimiento en común de invernáculo, plantando tomate y morrón. Eso significó todo un aprendizaje porque en esta región no había experiencia de cómo trabajar con invernáculos. El primer año tuvimos una buena cosecha pero con esa excelente producción salimos al mercado en noviembre y el tomate ese año no valió nada. En el segundo año una peste nos liquidó la producción y debimos abandonar el invernáculo. Pero como pensamos que aun de las malos sucesos debe quedar algo positivo, nos quedamos con que esa experiencia nos enseñó a trabajar en grupo, a distribuirnos el trabajo, ver que tarea podía cumplir cada una con las dificultades que eso tiene." ¿Como surgió el trabajo con hierbas aromáticas? " En ese entonces ya comenzamos a experimentar con alguna semilla que nos trajo Kiray de plantas aromáticas. Algo que en ese entonces por aquí no había; lo único que se conseguía era importado. Probamos unos pocos surcos y la mayoría no nos nació, hasta que en el predio de una integrante del grupo nacieron 13 plantas de estragón, las que incluso tuvimos dificultad para identificar; nadie sabía de que se trataba ya que de los paquetitos con semilla que nos habían regalado nadie sabía muy bien de que eran. Después de muchas vueltas logramos identificar esas plantas. Ese primer año se cosechó un bollón de semilla de estragón que se vendió muy bien y allí empezó nuestra relación con las hierbas aromáticas. Cada integrante del grupo al año siguiente plantó estragón y arrancamos formalmente con esta actividad." ¿Cómo se originó Mañanitas? " Para ese entonces en la zona se había formado un tercer grupo, el de Tapia y entre los tres (Tapia, Gardel y Pedernal) se formó la cooperativa "Mañanitas", que agrupa 24 mujeres rurales dedicadas a la producción de hierbas aromáticas. Hoy tenemos un total de 32 productos, hay grupos que tienen exclusividad de ciertas hierbas, aunque luego la comercialización se hace en conjunto. Por ejemplo el grupo Pedernal cultiva el estragón, estragón francés y ajedrea, el grupo Gardel tiene eneldo, salvia y azafrán, Tapia entre tanto planta menta y amaranto. Otra serie de hierbas se hacen en forma compartida: tomillo, laurel, albahaca, ají, etc. ¿Cual es el sistema de trabajo? "El sistema de siembra es totalmente a la intemperie, y la plantación se hace en surcos. No todos los grupos trabajan de la misma manera; en el nuestro sembramos en 3 de los predios. Mantenemos sí una línea de trabajo común y es que todos los productos son orgánicos, certificados por la empresa Urucert. Desde el principio siempre nos inclinamos por la idea de productos naturales, diferenciados, porque veíamos que era una forma de valorizar la producción. Usamos para la fertilización abono de animales, compost elaborado por nosotras mismas, cama de pollo y abonos verdes. No usamos pesticidas; las plantas son relativamente rústicas y desde ese punto de vista no se ve muy afectado el potencial de producción. La producción es fundamentalmente artesanal, contamos con escasa infraestructura de herramientas y por eso nos ingeniamos trabajando con bueyes y caballos y nuestros arados de mancera, los camellones se preparan con azadas y horquillas, el desmalezado se hace a mano; en fin tratamos de arreglarnos con lo que tenemos, pero estando siempre encima de los cultivos." ¿Cómo es el ciclo de producción? " Los cortes de las plantas se hacen entre primavera y otoño, se cortan a la floración, se pica el material verde haciéndose una primera selección y por último se seca en secaderos. Esta es la etapa más delicada, ya que el control de temperatura en el secado es fundamental para asegurar un producto de calidad y existen hierbas muy sensibles en este punto. Trabajamos con secaderos solares los que nos han dado buen resultado y aprovechamos la energía del sol que es la fuente más barata. Una vez secado el material se embolsa y luego en el momento del envasado definitivo se vuelve a seleccionar, limpiándose. El envasado se hace en sobres de 10 gramos que salen con la etiqueta de Mañanitas. Toda la operación la realizamos nosotras mismas en el predio." ¿Como se distribuyen los productos? "En el mercado podemos decir que tenemos una cierta exclusividad sobre ciertas hierbas poco conocidas aun en nuestra cultura culinaria. Se ha venido aumentando la variedad de hierbas y se distribuyen en las 3 principales cadenas de supermercados de Montevideo, También se ha vendido a granel a restoranes. El próximo proyecto es tratar de producir hierbas frescas para ampliar la perspectiva del mercado. Actualmente a nivel local parece que ya hay un techo. No hemos explorado la posibilidad de vender fuera del país. En cuanto a hábitos de consumo hemos comprobado que la gente joven incorpora más elementos a la cocina, pero a la vez por ser un artículo relativamente caro no es para un consumo masivo, por lo tanto nos encontramos en una etapa de transición.". ¿Que otras experiencias ha generado la cooperativa? "Se ha hecho un gran intercambio con otros grupos de mujeres, en Brasil, Argentina, Paraguay, Estados Unidos, España. Grupos que están trabajando con diversas organizaciones para ampliar el área de acción de la mujer rural; con ellas intercambiamos experiencias no solo productivas sino también experiencias de vida muy valiosas. En definitiva compartimos un ideal común : generar un ingreso que complemente la entrada familiar, apostando a abrirles un camino a nuestros hijos para que se mantengan en el campo".
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