ALGUNAS PRÁCTICAS DE MANEJO PARA INCREMENTAR
LA CALIDAD DEL ENSILAJE DE MAÍZ

Ing. Agr. Daniel H. Faggi*

 

INTRODUCCIÓN

Durante los últimos 20 años en el sector lechero y últimamente en el sector de carne, se ha venido utilizando el ensilaje de maíz como uno de los principales forrajes en la alimentación animal; sin embargo, los resultados en producto animal : leche y carne, no han sido lo satisfactorio que se esperaba. La diferencia entre teoría y práctica, radica fundamentalmente en la calidad del ensilaje de maíz.

Hoy día existe abundante información sobre cómo producir un silo de alta calidad aunque algunas veces dicha información no llega con la celeridad deseable y otras veces, si bien la información existe el paquete tecnológico no es aplicado adecuadamente.

En el presente trabajo se pretende discutir los principales factores que inciden en la calidad del ensilaje de maíz.

¿ POR QUÉ ENSILAJE DE MAÍZ ?

A medida que en el país la producción de leche y carne continúa intensificándose, el ensilaje de maíz va adquiriendo más importancia, convirtiéndose probablemente en el principal forraje para la alimentación animal.

El proceso de ensilaje consiste en el almacenamiento de forraje verde bajo condiciones anaeróbicas, que permite que los microorganismos presentes fermenten los carbohidratos de las plantas a ácidos orgánicos, reduciendo el pH dentro de la masa de ensilaje e inhibiendo la fermentación posterior y de esa forma preservar el cultivo como ensilaje.

Para lograr un ENSILAJE DE MAÍZ DE ALTA CALIDAD se deberá realizar cuatro procesos en forma eficaz y eficiente:

  • MANEJO DEL CULTIVO DE MAÍZ
  • COSECHA DEL CULTIVO DE MAÍZ
  • ALMACENAMIENTO DEL CULTIVO DE MAÍZ
  • UTILIZACIÓN DEL ENSILAJE DE MAÍZ


Si se logra que estos cuatro procesos sean realizados correctamente, el ensilaje de maíz presenta una serie de ventajas sobre los demás forrajes :

  • alta producción de forraje por unidad de superficie
  • forraje con alto contenido de energía
  • alimento con alta palatabilidad
  • forraje con calidad homogénea
  • forraje con bajo costo de producción


FORRAJE CON CALIDAD HOMOGÉNEA

Al planificar un sistema de alimentación, los forrajes utilizados deberán asegurar una cierta continuidad en el tiempo en cuanto a su calidad, de manera de estar seguros que se provee los requerimientos previamente planificados.

En general los forrajes que se ofrece al ganado bajo condiciones de pastoreo no aseguran una misma calidad por un tiempo muy largo, ya que su continuo crecimiento produce también una variación en su calidad (proceso natural de la maduración de las plantas). En cambio en el ensilaje de maíz se tiene la posibilidad de seleccionar el momento más adecuado de cosecha, que generalmente coincide con el punto en donde se obtiene la máxima cantidad de forraje de mejor calidad. De esta manera el forraje de maíz cosechado para elaborar el ensilaje estará constituido por un material con alto grado de homogeneidad, el cual se supone tendrá la calidad deseada.

ALTA PRODUCCIÓN POR UNIDAD DE SUPERFICIE

La planta de maíz macolla poco por lo cual el área foliar es controlada por la densidad de plantas. Al momento de la floración se logra la máxima altura y área foliar de la planta, y de una a dos semanas antes de la floración se logra el máximo grado de crecimiento. Luego de la floración, el crecimiento comienza a disminuir, pero igual permanece alto; treinta días después de la floración, al grano alcanza la etapa de grano lechoso y es el momento en que se logra el máximo peso fresco de la planta, con un contenido aproximado de 18 % de materia seca. A partir de este momento el peso fresco comienza a disminuir, pero aumentando en forma constante el peso seco, hasta que se detiene con las primeras heladas del otoño.

FORRAJE CON ALTO CONTENIDO DE ENERGÍA

A medida que incrementa el porcentaje de grano en el total de la planta de maíz, el valor nutritivo de toda la planta a ensilar mejora; sin embargo cuando el porcentaje de grano sobrepasa de 30-40% en el total de la planta, el valor nutritivo también decrece. No se puede afirmar que siempre que se tenga un cultivo de maíz con mayor porcentaje de grano tendrá una mejor calidad del material a ensilar. Puede ocurrir un decrecimiento en la digestibilidad de la planta como consecuencia de una gran lignificación del tallo y quedar enmascarado el efecto favorable que produce una mayor acumulación de grano en el total de la planta. Se busca entonces que la planta de maíz tenga un alto contenido de grano, siempre y cuando compense una menor digestibilidad de las otras partes de la planta.

Si el porcentaje de grano en la planta es elevado y estable, se puede utilizar el criterio de madurez fisiológica del grano, para determinar el mejor momento de cosecha, ya que es en el grano en donde se produce la mayor acumulación de materia seca digestible.

FACTORES QUE AFECTAN LA CALIDAD DEL ENSILAJE DE MAÍZ

La ejecución correcta de los cuatro procesos fundamentales en la producción del ensilaje de maíz permite lograr un alimento forrajero de alta calidad.

Cada uno de estos cuatro procesos son críticos en la elaboración del ensilaje, teniendo alguno de ellos mayor incidencia que los demás. Puede ocurrir, por ejemplo, que se hayan realizado todos los procesos correctamente, sin embargo se seleccionó un híbrido de bajo rendimiento que se tradujo en la obtención de un ensilaje de buena calidad pero con un bajo rendimiento, lo cual significó la producción de un ensilaje de maíz con un mayor costo.

Estos cuatro procesos básicos en la elaboración del ensilaje de maíz dependen de una serie de factores muy relacionados entre sí :
 
 

1 - MANEJO DEL CULTIVO DE MAÍZ 

  - SELECCIÓN DEL HÍBRIDO 
  - MANEJO DEL SUELO,SIEMBRA 
  - FERTILIZACIÓN Y RIEGO
  - CONTROL DE MALEZAS Y ENFERMEDADES
 

2 - COSECHA DEL CULTIVO DE MAÍZ

  - ESTADO DE MADUREZ
  - PICADO Y PROCESADO DEL FORRAJE
  - ALTURA DE CORTE DEL FORRAJE
 

ENSILAJE DE MAÍZ DE ALTA CALIDAD
 3- ALMACENAMIENTO DEL  CULTIVO DE MAÍZ    

  - ELECCIÓN Y DISEÑO DEL SILO   
  - USO DE INOCULANTES
  - ADITIVOS PARA EL ENSILAJE
  - LLENADO DEL SILO
  - CUBRIMIENTO DEL SILO

 4 - UTILIZACIÓN DEL ENSILAJE DE MAÍZ

  -  VACIADO DEL SILO
  -  ALIMENTACIÓN CON ENSILAJE DE MAÍZ

               
          La culminación exitosa de todos estos procesos requiere una atención adecuada, la cual deberá ser planificada desde tiempo antes a la siembra del cultivo de maíz. Entre los primeros aspectos a considerar será qué categoría de animal se desea alimentar : por ejemplo, reemplazos, vacas lecheras durante el período seco, vacas en producción, engorde de novillos, etc.. Podremos comprender fácilmente que la calidad del silo adquiere mucha más importancia para las dos últimas categorías que para las dos primeras. En el caso que se decidiera utilizar el ensilaje de maíz con los reemplazos, quizás pueda interesar obtener un ensilaje con un mayor rendimiento pero con una menor calidad que si hubiera que utilizarlo para vacas lecheras en producción.

         Otro aspecto a considerar, que está más involucrado con la fabricación del silo será la ubicación física del mismo silo, la cual estará relacionada con la categoría de animales a alimentar y con el sistema de alimentación que se adopte. El tamaño y forma del silo estarán relacionados con el sistema de vaciado que se elija, lo cual afectará la calidad del silo. Hay que recordar que el ensilaje de maíz es un ser vivo, que tan pronto como varían las condiciones de almacenamiento también cambian los procesos de fermentación, lo cual afecta su calidad. Un silo con una superficie de vaciado del ensilaje mayor a la cantidad diaria de ensilaje que se retire permitirá una mayor penetración de aire a la masa del ensilaje, favorecerá la reiniciación de la fermentación aeróbica (con presencia de aire), reducirá el contenido de los hidratos de carbono (azúcares) y de energía, y por ende su calidad.

 
1 - MANEJO DEL CULTIVO DE MAÍZ
1 - A - SELECCIÓN DEL HÍBRIDO

Se puede decir con mucho orgullo que Uruguay cuenta con un eficiente sistema de evaluación de híbridos realizados por el INIA, cuya información permite identificar aquellos materiales genéticos con las características buscadas. Todos los años el INIA publica los resultados experimentales de evaluación de cultivares de MAÍZ PARA SILO ( Vilaró, et al., 1999).

Países como México, con una tradición maicera que se remonta a los tiempos previos a la conquista, aún no cuentan con un sistema de evaluación de cultivares de maíz como el utilizado aquí, y el productor debe recurrir a la experiencia que recoja de otros productores y a la escasa información a nivel experimental

En el pasado, la selección de cultivares de maíz para ensilaje se basaba únicamente en el potencial de producción; sin embargo hoy día se ve con satisfacción que el productor basa su selección en el potencial de producción de materia orgánica digestible, contenido de proteína cruda, energía neta de lactancia, o algún otro parámetro que pueda estar relacionado con la calidad del ensilaje.

En la actualidad es reconocido que se debe seleccionar cultivares de maíz especialmente para producción de forraje, ya que se buscan determinadas características de la planta de maíz que presentan diferencias si el cultivo es para producción de grano o para forraje.

En los procesos de mejoramiento del maíz, el mayor contenido de grano por planta ha sido acompañado con tallos más resistentes como forma de evitar el quebrado de la planta y por consiguiente el vuelco de la misma. Este proceso de mayor resistencia se logra incrementando el contenido de lignina en el tallo de la planta, lo que conduce a una disminución de la digestibilidad de la misma y por tanto a una reducción del consumo voluntario.

Información del INIA indica que de acuerdo a los resultados experimentales de evaluación de cultivares de maíz para ensilar en el Uruguay, existen diferencias entre los mejores y peores cultivares. Entre las principales se destacan:

  • diferencias de hasta 8 toneladas de materia seca en rendimiento por hectárea,
  • diferencias de más 8 toneladas en producción de grano,
  • diferencias de 4.2 unidades en contenido de proteína cruda ( 10.3 % versus 6.1 %),
  • diferencias de 20 unidades en fibra detergente ácido ( 42 % versus 22 %),
  • diferencias de 22 unidades de digestibilidad de la materia orgánica ( 76 % versus 54 %).
Estas diferencias fueron las encontradas en el último año de evaluación (1998 – 1999), sobre un total de 56 cultivares comparados. Estos resultados indican la gran variación existente entre los diferentes cultivares que se ofrecen a la venta, lo cual demuestra que el productor deberá realizar una cuidadosa elección de manera de sembrar aquella semilla que le brinde mayores posibilidades.

A grandes rasgos dos características que nos indican la calidad del ensilaje ( digestibilidad y energía neta de lactancia) pueden ser estimadas a través del contenido de grano y fibra del cultivo.

Los híbridos con mayor digestibilidad fueron aquellos con mayor porcentaje de mazorca y digestibilidad de tallos y hojas. En conclusión el contenido de grano y la digestibilidad de tallos y hojas pueden ser tomados como dos buenos indicadores para estimar la calidad del material a ensilar.

El Dr. Kezar (1999, comunicación personal) indica que muchas de las mejores explotaciones lecheras del estado de Idaho, USA, seleccionan sus híbridos basados sobre su potencial de densidad de energía en primer lugar y después consideran su potencial de producción. Existen cuatro factores primarios que influyen en la densidad de energía en el ensilaje de maíz :
a) potencial de producción de materia seca,

b) contenido de grano,

c) digestibilidad del rastrojo y

d) madurez de la planta a la cosecha.

Sin lugar a duda se puede afirmar que el contenido de grano en el ensilaje de maíz deberá ser el principal criterio al seleccionar un cultivar de maíz para ensilaje. Este factor es muy variable, observándose un contenido desde menos de 20 % hasta arriba de 60 % de grano en base a materia seca del ensilaje de maíz. El mayor contenido de grano permitirá obtener un ensilaje con un mayor contenido de materia digestible por hectárea.

Este contenido de grano puede tener una marcada influencia en el comportamiento animal, y en última instancia en la productividad por hectárea.

Anteriormente me he referido a digestibilidad del rastrojo, o sea a la calidad del material remanente en el campo, luego de la cosecha, el cual prácticamente está formado por restos de tallo. Tradicionalmente se ha intentado que la cosechadora - picadora de maíz trabaje lo más cercano posible al suelo, evitando que el material cosechado quede contaminado con restos de suelo, pero tratando de que recoja todo el material de la planta de maíz; sin embargo resulta que esta práctica puede incidir negativamente sobre la obtención de un ensilaje de maíz de alta calidad.

En general la digestibilidad del grano de maíz está en el entorno del 90 %, mientras que el rastrojo es del 60 % ó menos. Información de Hunt et al.,(1993) indica que la variación en la mayoría de los híbridos en la digestibilidad del rastrojo no supera las cinco unidades de digestibilidad, sin embargo esta pequeña variación en la calidad del rastrojo puede resultar en un importante beneficio económico. Se puede sugerir que al considerar la selección de cultivares de maíz para ensilar, un interesante criterio sería incluir de futuro la digestibilidad de los rastrojos.

1 - B - MANEJO DEL SUELO Y FERTILIZACIÓN

En esta oportunidad los aspectos de suelo, fertilización y riego no se tendrán en cuenta, ya que serán tópicos específicos para otros artículos; simplemente se indicará que es de suponer que el suelo en donde se realice la siembra del maíz forme parte de un sistema de rotación, en el que el cultivo de maíz utilizará generalmente la fertilidad acumulada de una pradera permanente.

1 - C - SIEMBRA

La siembra se puede realizar por medio de un proceso tradicional o el de siembra directa; el productor decidirá de acuerdo a sus posibilidades.

Es posible afirmar que la siembra es una de las etapas más críticas en la obtención de un adecuado cultivar de maíz, y un establecimiento irregular o una baja densidad de plantas, son generalmente los problemas más comunes cuando se obtienen bajos rendimientos por hectárea.

Entre los puntos a considerar, la densidad de siembra es uno de los más importantes, lo cual estará condicionado fundamentalmente a si existe o no limitación en cuanto a disponibilidad de agua en el suelo. En aquellos casos en que se realice un cultivo de secano, la densidad de siembra será menor de cuando se utilice riego; para cada caso el productor deberá buscar la información pertinente, de manera de conocer el número adecuado de plantas por hectárea.

Por ejemplo, si la cantidad apropiada de plantas por hectárea es de 70.000 y se utiliza una sembradora con una distancia entre líneas de 0,90 m , se dispondrá de un total de 11.100 m. de surcos por hectárea, lo que resulta entonces que debería haber 6,3 plantas de maíz por metro de surco. Para mantener una misma densidad de plantas por hectárea, la distancia entre líneas está inversamente relacionada con la distancia entre plantas en la línea. Si el peso de 1000 semillas de maíz es de 239 gramos, y si se considera un 20 % de pérdidas de semillas por diferentes factores, resulta que se debe sembrar un total de 20,076 kg. de semillas por hectárea. De acuerdo a las variedades de maíz, el peso de 1.000 semillas varía entre 200 y 400 gramos; vemos entonces que a medida que las mil semillas pesan más, se requiere una mayor cantidad de semillas por hectárea. Podemos emplear la siguiente fórmula para determinar los kilos de semilla por hectárea :

Kg. semilla / Há. = cantidad de plantas / Há. X peso en kg. de 1.000 semillas % 1.000

En conclusión, una vez que se haya decidido la densidad de plantas que se quiere tener por hectárea, ajustaremos la cantidad de semilla a sembrar según la distancia entre líneas y el peso de la semilla a sembrar.

En general es posible aumentar el rendimiento de materia seca y grano por hectárea mediante el aumento de la densidad de plantas por hectárea; sin embargo al aumentar la densidad de plantas por hectárea, se produce una reducción en el número y peso de las mazorcas, como también en el número de granos por mazorca. Estos cambios relacionados con el aumento de la densidad de plantas por hectárea por encima de determinado nivel, produce en consecuencia una disminución de la digestibilidad de la materia seca, debido a un menor contenido de grano y a veces también una reducción en la digestibilidad de hojas y tallos.

1 - D - RIEGO

Bajo las condiciones de Uruguay, a medida que se incrementa la tecnología del cultivo de maíz, también aumenta el empleo del riego. Sin embargo los incrementos de rendimiento por el empleo del riego son muy variables dadas las variaciones entre año en cuanto a deficiencias pluviométricas.

Hay experiencias de productores que en años de sequía, han podido recuperar la inversión en el equipo, ya con el primer cultivo; sin embargo otros productores en años diferentes señalan experiencias con otros resultados.

Las necesidades de agua del cultivo de maíz están determinadas por el desarrollo de la planta y por el clima; en la siembra y primera etapa de crecimiento vegetativo, las necesidades de agua son relativamente bajas. A medida que las hojas se van expandiendo, los requerimientos aumentan, llegando a su máximo cuando ambos, el crecimiento vegetativo y el potencial de evapotranspiración llegan al máximo, para luego comenzar a decrecer , acompañado por una senecencia de las hojas y una declinación del potencial de evapotranspiración.

Una deficiencia de agua durante el período vegetativo produce un efecto importante sobre el desarrollo de las hojas, lo cual incidirá en el crecimiento total de la planta ; y la escasez de agua durante la polinización puede producir una reducción importante en el rendimiento del grano, pudiendo llegar a valores del 50 % de su rendimiento normal. Efectos similares también se producen durante la floración ya que afectará la formación del grano y por ende el valor nutritivo del ensilaje.

Períodos de sequía durante el desarrollo del grano pueden ser perjudiciales ya que en este momento se produce una traslocación de nutrientes desde las hojas hacia el grano, lo cual produce una reducción en el rendimiento del forraje.

Déficit de humedad durante el llenado de grano disminuye el porcentaje de mazorcas, incrementa el % de fibra y disminuye la energía neta de lactancia de la materia seca.

Por último, durante la maduración del grano, un período de sequía produce un secado temprano de las hojas, lo cual afecta la calidad del ensilaje, ya que causa un alto contenido de materia seca, lo cual puede ocasionar que no se logre un adecuado grado de fermentación del forraje en el silo.

1 - E - CONTROL DE MALEZAS

La presencia de malezas en el cultivo de maíz reduce los rendimientos y calidad del ensilaje. Entre las principales razones de esta disminución en el rendimiento, es una fuerte competencia por agua y nutrientes. En algunos casos, con la presencia de malezas de hoja ancha, puede presentarse una competencia por luz.

Una densidad muy elevada de malezas, puede llegar a reducir la digestibilidad del material ensilado.

1 - F - CONTROL DE ENFERMEDADES Y PLAGAS

En términos generales, se realizan pocos controles de enfermedades del maíz, sin embargo a medida que se incrementan las inversiones en los diferentes insumos del cultivo, de manera de lograr mejores rendimientos, el control sanitario se presenta como una alternativa a considerar.

Cuando el daño en las hojas comienza a ser significativo, un control de insectos ya resulta un costo que puede resultar rentable.


 
Ing. Agr.(M.Sc.,Massey University, New Zealand); Profesor de Bovinos de Leche en la Universidad de Chapingo, México; Director Consultora Agropecuaria.