TECNOLOGIA ACTUAL Y FUTURA PARA LA PRODUCCIÓN DE LECHE.

Ing. Agr. Danilo Bartaburu
Instituto Plan Agropecuario

En el último año , el sector lechero se está enfrentando a una serie de cambios en el escenario comercial, qué están repercutiendo directamente en el precio de la leche industria. Ello además ha puesto sobre la mesa de discusión, cual es el sistema de producción de leche a seguir desarrollando en el Uruguay bajo la hipótesis de un precio de leche industria de U$S 0,10 – 0,11/lt.
En este sentido, no me voy a referir a los aspectos ya clásicos de productividad, eficiencia y escala, qué son conocidos y seguramente bien valorados, sino qué prefiero invertir el tiempo y espacio, para proponer desafíos e interrogantes qué nos deberíamos plantear, bajo éstas condiciones.

Para ello, en primer lugar quiero recordar, el marco en el cual se desenvuelve la lechería uruguaya desde ya hace bastante tiempo.

Sus principales características son las de ser un sector fuertemente exportador (50% de la producción total), estar basado en una producción primaria cuya base es pastoril con predios de 170 hás en promedio teniendo el 70% de ellos menos de 100 hás y la última característica importante es la muy fuerte integración vertical en base a un sistema cooperativo.
Ser un sector exportador, nos define qué está expuestos a las características qué dicho mercado posee. Mercado fuertemente intervenido, regulado y complejo. Subsidios, protecciones, trabas arancelarias y no arancelarias, cuotas de importación por productos, son algunos de los términos qué todos los que estamos vinculados al sector lácteo, estamos acostumbrados a escuchar.

Por otro lado, los cambios qué ocurren en las economías de las diferentes regiones, el crac de las economías asiáticas y más recientemente brasilera, la devaluación de la moneda en Australia y N.Zelandia, en un mundo globalizado, afectan directamente nuestro negocio lechero. Estos cambios, además, ocurren con una velocidad mayor a nuestras posibilidades de acomodamiento a cada situación.
Todas éstas situaciones, obviamente repercuten fuertemente en el negocio lechero y para refrescar la memoria solo basta mencionar qué hace 2 años atrás se producía a U$S 0,19/lt y qué hoy producimos a U$S 0,13. La primer pregunta qué tenemos qué hacernos, entonces, es si ésta es la realidad en qué tendremos qué movernos en los próximos años.

No tengo dudas de afirmar qué tenemos qué acostumbrarnos a desempeñarnos en un sector conmovido por fuertes cambios e incertidumbres, solo disminuidos por la fundamental característica de ser un sector fuertemente integrado verticalmente en base a una estructura cooperativa qué da ciertas seguridades al sector primario uruguayo.

En este marco, creo qué se desprende la imperiosa necesidad de estimular un sector competitivo. Esta palabra qué tanto escuchamos, qué significa. ?. En una definición muy burda, diría qué es aquél sector qué es capaz de seguir estando y además creciendo. Competitividad de los lácteos uruguayos, significa qué nuestros lácteos puedan estar en las góndolas de los supermercados en el extranjero y el consumidor los elija, ya sea por su precio, calidad o característica diferencial.
Sobre ésta definición, deseo resaltar 2 aspectos, el primero de los cuales se refiere a la necesidad de qué todos los integrantes de un sector sean competitivos (Estado, industria, servicios) pues de nada vale qué uno de los integrantes de la cadena sea competitivo si otro le agrega grandes ineficiencias. El segundo aspecto, se refiere al factor tiempo, es decir qué nuestra competitividad actual (buena o mala) se debe a acciones tomadas en el pasado, y por tanto a la necesidad de qué encaremos acciones hoy para determinar nuestra competitividad futura. Por poner un ejemplo sencillo, la preñez de la vaca demora 9 meses y por tanto de lo bien qué hagamos las cosas este invierno, dependerá el costo de producción de leche qué voy a tener el próximo invierno.

Es claro qué el sector viene de un largo período de crecimiento y qué además en los últimos años se ha caracterizado por buenos precios en dólares y cierta estabilidad. Esto trajo como consecuencia un aumento sostenido de la producción en base, entre otros, a un crecimiento en la utilización de insumos y básicamente en tecnología de insumos. Esto es inversiones en equipos y maquinaria, (picadoras, ensiladoras, mixer, vagones forrajeros), agroquímicos (herbicidas, plaguicidas), tecnología de genética vegetal (semillas híbridas) y su paquete tecnológico accesorio, tecnología de genética animal, etc.
Nosotros entendemos qué esto ha sido muy favorable pues permitió una mejora tecnológica en todo el proceso de producción de leche además de humanizar cada vez más la tarea.

Pero no podemos dejar de lado, qué también es cierto qué los costos del litro de leche producido en Uruguay se ha elevado sustancialmente, y la información actualizada habla de U$S 0,13 – 0,14 /lt promedialmente. Esto es más del precio actual de la leche industria.

Da la impresión qué en los últimos años recreamos, en virtud de los precios de la leche y razones atinentes a la macroeconomía (costo país, etc.), un sistema de producción con altos costos.

POR TANTO CREO, QUÉ LLEGO LA HORA DE PREGUNTARNOS SERIAMENTE, COMO HACEMOS PARA PRODUCIR LECHE MEJOR CON LOS RECURSOS QUÉ DISPONEMOS.
Quizás ya no importe con qué, sino como se produce leche barata.

Ahora volvamos a un punto ya mencionado, el de la competitividad. Necesito volver a él pues hay algunos elementos qué hacen a la competitividad potencial del sector lechero uruguayo. Me refiero a la disponibilidad de recursos naturales y humanos qué poseemos.
LA POSIBILIDAD DE PODER PRODUCIR LECHE EN BASE A PASTURAS (GRAMÍNEAS Y LEGUMINOSAS) DE CLIMA TEMPLADO Y PODER HACERLO A CIELO ABIERTO, ES DECIR A LA INTEMPERIE, SIN GRANDES INVERSIONES EN INSTALACIONES FIJAS NI EQUIPAMIENTO ES LA GRAN FORTALEZA QUÉ TENEMOS.

Debo aclarar, para qué no existan interpretaciones incorrectas, qué no estamos hablando de extensividad. Seguimos diciendo qué debemos intensificar nuestro sistema de producción de leche, y esto quiere decir qué debemos usar más y mejor los recursos disponibles. Pero a no confundirse, como dijo el Dr. Dillon hace pocas semanas en Argentina, intensificarse no significa más máquinas importadas gastando gas oíl importado, en todo caso eso puede solo significar un uso intensivo de gasoil, o más metros de hormigón, incrementando los costos de producción de leche. Además, está claro qué buena parte del sector productor lechero posee un endeudamiento qué no es menor y qué si bien en la actualidad está siendo refinanciado por la banca , los costos financieros (intereses) de la misma significan a nivel global 1,7 centavos de dólar por litro remitido, esto es un 15 % del valor de la leche industria actual. Por tanto, debemos cuestionarnos severamente la lógica de realizar mayores inversiones en equipamiento, maquinaria o activos fijos como metros de hormigón, silos fijos, etc. Aunque ello fuera justificable , tenemos serias dudas acerca de la posibilidad real de hacerlo , por parte de los productores.
El grado de intensividad deberá ser aquél qué nos permita obtener las mayores ganancias del negocio lechero, considerando el precio de la leche qué percibimos.

Por tanto, tenemos qué intensificarnos en el uso de los recursos disponibles y eso se llama la tierra y lo qué sobre ella crece, o sea el pasto. para luego, con el excelente potencial animal qué disponemos, utilizarlo con animales en pastoreo.
Estas cosas qué parecen de perogrullo, es necesario recalcarlas pues muchas veces, por haber sido tan aventajados en el reparto de recursos naturales, nos olvidamos qué es la gran fortaleza qué posee nuestro sistema de producción.

Lo que debemos intensificar es la tecnología para producir el pasto y tecnología para utilizarlo, con animales a pastoreo.

Es bueno resaltar aquí lo importante qué es para el sector, poseer instituciones como INIAy la Universidad de la República, qué hacen grandes aportes en estos sentidos. Hoy conocemos mucho sobre rotaciones y cadenas forrajeras, combinación de pasturas, ensilaje y concentrados para producir más leche.

Pero también es cierto qué debemos saber mucho más sobre tecnologías para producir el pasto y manejarlo. Es necesario un conocimiento mayor de la siembra directa y todos sus temas conexos en la producción de pasturas, es una tecnología qué vino para quedarse y es a mi juicio una de las tecnologías qué incorporada al sistema productivo uruguayo provocará un fuerte impacto, casi a la par de la incorporación de las leguminosas hace muchos años. Los productores han avanzado mucho en este sentido, en base a prueba y error. Aún queda mucho por hacer, tanto en investigación como en extensión y difusión de ésta tecnología.

Otro aspecto qué entendemos de importancia profundizar, es el uso del Nitrógeno en las pasturas. Es claro qué en estos años se han presentado relaciones altamente favorables para su uso. Con respuestas normales, al uso de Nitrógeno en gramíneas, obtenemos producciones adicionales de materia seca de pastura a costos de los U$S 20/tt.
Por otro lado parece necesario investigar, difundir y aplicar todo lo vinculado a una mejor utilización del pasto. Aspectos vinculados a qué comen nuestras vacas, cuando y como comen, cuantas horas, qué pasa cuando se usan suplementos, a qué hora hay que suministrarlos para hacer más eficiente su uso, qué efectos juega el ambiente climático sobre los animales.

La lista puede ser muy larga pues podríamos seguir con la necesidad de caracterizar en profundidad todas las pasturas y alimentos qué usualmente comen nuestras vacas. Creo qué en todos los aspectos vinculados a los animales en pastoreo, tenemos mucho para mejorar. Da la impresión qué nos hemos olvidado qué nuestras vacas comen y viven en el campo y a la intemperie y qué su principal alimento es la pastura verde, qué ellos mismos recogen en el campo.
Otro punto a considerar es el referido a la relación entre el tamaño de vaca qué buscamos, la carga animal, la producción individual y la producción por hectárea. Nuevamente, el cuestionamiento está basado en la necesidad de reforzar las fortalezas qué poseemos como sistema pastoril de producción de leche pues ahí esta nuestro principal factor de competitividad. En ese sentido, ¿seguiremos buscando animales grandes, con mayores necesidades de mantenimiento y qué dentro de la misma raza probablemente sean menos eficientes qué los más chicos?. ¿Qué ocurre con la carga animal?. ¿Seguiremos la búsqueda de cada vez mayor producción individual, con mayor participación de alimentos concentrados en la dieta del animal?.

¿No tendremos qué ir a sistemas de producción de leche con animales de menor tamaño, con más carga y probablemente relegar las aspiraciones de altas producciones individuales?

También vinculado con esto, sistemas de pariciones estacionales, concentradas en 2-3 meses. Para algunos tambos, pariciones de otoño, para otros de fines de invierno y seguramente otros tendrán necesidad de producir todo el año. A todos estos aspectos me refiero cuando cito la necesidad de profundizar en tecnología de procesos.
Hay otros aspectos importantes vinculados con la tecnología actual y futura para producción de leche.

Uno se refiere a valorizar nuestra producción, no solo a través de nuevos productos, con nuevos empaques, sino valorizar la posibilidad de producir leche ¨natural¨, esto quiere decir en base a pasto, con vacas sin el stress del encierro, a cielo abierto, sin hormonas, sin grandes problemas de contaminación, etc. En un mundo con cada vez mayores problemas de contaminación y con gente cada vez más preocupada por estos temas, creo qué tenemos un nicho de mercado para explorar. Es un gran desafío y mucho por trabajar. El Plan Agropecuario en conjunto con la consultora privada Campo Vivo, ya han empezado a trabajar en esto.

El aspecto de calidad de leche, es un tema en el cual Uruguay ha logrado grandes avances, pero no se puede parar y cuando nos referimos a calidad de leche debemos considerarla no solo desde el punto de vista higiénico – sanitario, sino también en cuanto a su calidad composicional. Sabemos poco de esto, especialmente la influencia que el manejo nutricional tiene en la calidad composicional de la leche.

Finalmente, el tema de asociaciones o integración horizontal entre productores, es un tema qué no se puede soslayar a la hora de hablar de producir leche barata. Es clara la necesidad de reducir al máximo los costos fijos de nuestras empresas, reducir el peso de las inversiones en equipamiento, mejorar la eficiencia de algunos procesos productivos a través de una mayor especialización en la cría, recría y lactación y / o especializarse en producir reservas de tal o cual tipo o ir hacia una especialización de los recursos humanos de acuerdo al potencial de habilidades qué se disponen.
Francamente, creo qué para los productores chicos y medianos, no queda otra qué juntarse si se quiere seguir cotizando en bolsa en el día de mañana. Para ello, habrá qué dar nuevos pasos de imaginación y desprendimiento del individualismo qué tenemos.

Por último, revalorizo las posibilidades naturales, de recursos humanos y de disponibilidad tecnológica qué posee el Uruguay para ser competitivo en la producción de lácteos.