¿mendigar dependencia o proporcionar emancipación? Polan Lacki -
FAO*
En los países de América Latina existe un evidente y creciente desequilibrio entre: a) las múltiples y urgentes necesidades de millones de agricultores (quienes con todo el derecho reclaman tiera suficiente, riego, maquinaria, insumos modernos, crédito,garantías de comercialización, subsidios,etc.) b) las decrecientes posibilidades de los debilitados, deficitarios y endeudados gobiernos en satisfacerlas. Como si esto fuese poco, los escasos recursos que los gobiernos destinan al agro, se vuelven aún más insuficientes porque suelen ser asignados en forma contraproducente a alimentar burocracias improductivas y a "regalar el pescado año tras año, en vez de enseñar a pescarlo una única vez". Este pseudo paternalismo contribuye a perpetuar la dependencia que los agricultores tienen del Estado, con ello a agudizar aún más dicho desequilibrio. Los gobiernos no quieren o no
pueden? Con tal fin los gobiernos, conscientes
de que "no están en condiciones de hacer todo por todos los agricultores
siempre", inexorablemente tendrán que asumir un papel esencialmente
emancipador de dependencias. Con este propósito deberán
delegar a los propios agricultores gran parte de la solución
de sus problemas, en vez de alimentar en ellos la nueva ilusión
de que el mercado y las cadenas agro-alimentarias (agribusiness) lo
harán por los productores; porque el mercado y el agribusiness
están preocupados en resolver los problemas suyos y no necesariamente
los de los productores rurales. a) asumir, en forma gradual, actitudes y roles más protagónicos en la eficiente solución de sus propios problemas b) incrementar la bajísima productividad/rendimiento de todos los factores de producción que ellos ya poseen, con el elemental propósito de que cada unidad de mano de obra, tierra,insumo, crédito,animal, o tractor - por el simple hecho de que es escasa, cara o insuficiente - produzca con más eficiencia una mayor cantidad de granos,tubérculos, frutas, hortalizas, forraje, carne, lana o leche; y especialmente de ingresos. En otras palabras, el Estado moderno deberá proporcionar a los agricultores las competenciaspara que ellos puedan "producir más y mejor con menos recursos, con menos Estado y con menos expropiación del agribusiness" Primero lo posible después
lo deseable. 1ra. Prioridad :
En el corto plazo, formar , capacitar o recapacitar agentes de asistencia
técnica y extensión rural (ATER) para que tengan mucho
mayor capacidad de contribuir a una rápida corrección
de las ineficiencias tecnológicas, gerenciales y organizativas
que ocurren en los distintos eslabones del negocio agrícola;
porque es necesario que tengamos la honestidad y la humildad profesional
de reconocer que son las distorsiones allí existentes (y no tanto
la falta de políticas, leyes, créditos y subsidios) las
principales causas de la falta de rentabilidad en la agricultura.
a) gobiernos debilitados y empobrecidos con mínimas posibilidades de subsidiar y financiar la modernización del sector agropecuario; y b) agricultores endeudados que no tienen acceso al crédito para aliviar sus severas restricciones productivas,que producen con bajísimos rendimientos y que están expuestos a una permanente expropiación que les imponen varios eslabones del agribusiness, ya sea cuando adquieren los insumos o cuando venden sus cosechas. Este nuevo extensionista dotado de sólidas y vivenciadas aptitudes técnico -empresariales tendrá que ser capaz de ingeniar soluciones a los problemas de estos agricultores "tal como son y con los recursos que realmente poseen". Tendrá que ser capaz de enseñar a las familias rurales a ganar dinero a través del camino que, en el marco de la globalización, es el único posible; es decir, enseñarles a ganar dinero comprando, produciendo, administrando, invirtiendo, procesando y comercializando con mayor eficiencia tecnológica, gerencial y organizativa. Fuera de esta via realista ningún artificialismo - político, arancelario, crediticio, tributario o cambiario - será capaz de hacer económicamente viables a los agricultores. Ante un Estado que, aunque no lo diga,
nos envía clarísimas señales de que no va a financiar,subsidiar
ni proteger al sector agropecuario, el sentido común y el realismo
nos imponen como un requisito absolutamente imprescindible fortalecer
y mejorar dramáticamente la capacidad de la asistencia técnica
y de la extensión agrícola. Ella tiene que ser capaz de
profesionalizar a los agricultores y de organizar sus comunidades -
ya no con el arcaico propósito de hacer proselitismo político
- sino con el claro y explícito objetivo de que dichas asociaciones
brinden servicios y solucionen aquellos problemas que, por razones de
escala, los productores no pueden y no deben enfrentar en forma individual.
2a. Prioridad: En
el mediano plazo, hacer una profunda "revolución educativa" en
las escuelas básicas rurales (del 1er. al 8° año),
incluyendo en sus curricula temas útiles y prácticos sobre
producción agrícola, organización comunitaria,
asociativismo, administración rural, educación familiar,
etc. Sus contenidos educativos deberán responder a las necesidades
de vida y de trabajo imperantes en el campo; en vez de seguir aburriendo
a los niños con memorización de fechas y nombres irrelevantes,
con la historia del Imperio Romano y de los Faraones del Egipto o con
otros temas lejanos, abstractos y totalmente divorciados de los problemas
cotidianos que ellos viven y sufren en sus hogares, fincas y comunidades
rurales; problemas que ellos no pueden y no podrán solucionar,
entre otros motivos, porque la escuela no enseñó a hacerlo,
ni a ellos ni a sus padres. Estas dos medidas, de enorme y perdurable efecto transformador, contribuirían a emancipar a los agricultores de la dependencia del pernicioso y retórico paternalismo del Estado, en vez de perpetuarla. Debido a su sencillez y menor costo comparativo,cualquier gobierno podría llevarlas a la práctica. Formar reivindicadores de soluciones o solucionadores de problemas? Los créditos y los subsidios,
por deseables o deseados que sean, son perpetuadores de dependencias
porque hay que concederlos hoy, mañana y pasado mañana;
y por este motivo adicional son insuficientes y excluyentes.
Con esta educación emancipadora un menor número de agricultores necesitará solicitar al Estado una menor variedad y cantidad de factores de producción y lo hará cada vez con una menor frecuencia. Una educación que ayude a las personas a que ellas mismas solucionen sus problemas es la única, repito única alternativa realista para reducir el desequilibrio mencionado al principio de este artículo. Esta opción permite que el Estado deje de alimentar frondosas burocracias que benefician a algunos y utilice estos recursos para cumplir con su deber de ofrecer una educación constructiva, útil y emancipadora para todos. Definitivamente, la necesaria profesionalización de los agricultores requiere una imprescindible revolución en la calidad, utilidad y aplicabilidad de los contenidos educativos. Los "tractorazos y camionazos" que los agricultores han hecho, frente al Congreso Nacional, al Ministerio de Economía y al Banco Central no produjeron y dificilmente producirán resultados. Ellos deberán buscar las soluciones en los ministerios de educación y de agricultura y en sus similares a nivel provincial y municipal. Es allá donde los líderes rurales deberán exigir la formación y capacitación de extensionistas y agricultores acordes a los desafíos de la globalización, quienes, gracias a su mayor autoconfianza personal y auto-suficiencia técnica sean más solucionadores de problemas, que reivindicadores de soluciones. En resumen, por más justo y legítimo que sea lo que actualmente piden los agricultores, ellos tendrán mucho más éxito si concentran sus reivindicaciones a lo que pueden y deben hacer los gobiernos.
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