A continuación presentamos una
síntesis de las principales conclusiones del trabajo realizado
por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico,
en el que proyecta la evolución del mercado de carnes bovinas,
ovinas, porcinas y aviares en las naciones que la integran, básicamente
, los países desarrollados de Europa, América y Asia.
Principales Hipótesis La repercusión de la crisis financiera
internacional sobre el crecimiento económico y el tipo de cambio,
se mantendrá durante 1998 y 1999. Principales Proyecciones El aumento de los precios de los cereales
registrados a mediados de los setenta y el estancamiento de las importaciones
de Asia y México, ocasionados por las crisis financieras, han
puesto punto final al ciclo expansivo de la ganadería de los
Estados Unidos. En consecuencia, el aumento del 20% pronosticado en
los precios de las carnes bovinas en los mercados del Pacífico,
es atribuído a un descenso en la producción. Los precios de las carnes porcinas en la Cuenca del Pacífico, se espera que aumenten del escaso nivel registrado en 1998, no obstante estarán por debajo del promedio en 1993-1997, como consecuencia del aumento esperado en la oferta, aumento atribuido a los constantes avances en la productividad. Esta evolución se prevé pese a las dificultades que Taiwán tendrá en ingresar al Japón en el futuro cercano. Asimismo, las naciones europeas enfrentarán problemas para mantener sus exportaciones, dado que el bajo precio de los cereales mantendrá elevada la producción en sus eventuales competidores. Las carnes aviares seguirán acumulando
una porción creciente del mercado mundial de carnes, a excepción
de los casos del Japón y Corea, en donde se pronostica un retroceso
por limitaciones económicas. A nivel de las naciones integrantes
de la Organización Económica para la Cooperación
y Desarrollo, las exportaciones de carne porcinas y aviares seguirán
aumentando, a la inversa de lo esperado en los casos de las carnes bovinas
y ovinas. Interrogantes La reducción del crecimiento
económico y del ingreso per cápita a raíz de la
crisis financiera que ha afectado a las economías emergentes,
provocará una reducción de la demanda e importaciones
de carnes. La modificación de status sanitario,
referido a la Fiebre Aftosa de Argentina y Uruguay, permitirá
a estas naciones competir en el mercado de carnes bovinas de la Cuenca
del Pacífico, que incidirá sobre la producción
de carnes y leche, pues para atenerse a las pautas del Acuerdo de Kioto,
tendrán que reducir la emisión de gases de efecto invernadero.
Mediano Plazo El ingreso al mercado mundial de carnes
de México y las naciones del continente asiático, en la
última parte de la década de los ochenta y principios
de la del noventa, interrumpió el ciclo depresivo del stock de
bovinos, iniciado en los años setenta en los Estados Unidos y
el Canadá. Así se pudo observar un aumento de las existencias
entre 1989 y 1995. El aumento en 1996 del valor de los cereales y posteriormente
la crisis asiática, determinó la culminación de
este proceso. La Unión Europea La evolución del mercado de carnes bovinas en la Unión Europea, estará condicionada por la crisis de la B.S.E. La abrupta caída de precios originada por este fenómeno y las medidas adoptadas para paliarla, han originado una reducción de la producción superiores a lo esperado por una fase de liquidación tradicional. A mediano plazo, si no se profundizan las reformas, se retirarán los problemas estructurales que han afectado a la Unión Europea, básicamente por la acumulación de stocks. La incorporación de nuevos miembros acentuará el problema, por cuanto se espera un incremento de las exportaciones netas de la región, en la medida que prosperen las solicitudes de incorporación de Polonia, la República Checa y Hungría. De acuerdo a la estimación realizada
en el año 2004, los excedentes acumulados orillarán los
1.4 millones de toneladas, nivle récord histórico que
presionaría hacia abajo los precios. Desde América Resulta particularmente difícil efectuar una predicción sobre el mercado de carnes bovinas del Mercosur, especialmente porque tanto Uruguay como Argentina están iniciando un proceso de integración a nuevos mercados en el Pacífico. Esta situación a generado una serie de interrogantes todavía no resueltos. En principio, han sido evidentes los inconvenientes para satisfacer la cuota conjunta de 40 mil toneladas que poseen en los Estados Unidos con carnes de alta calidad. Se considera que deberán contentarse con exportar carne para manufactura, compitiendo con Australia y Nueva Zelandia, países que han aplicado importantes devaluaciones a sus divisas. Por otro lado, una total integración
sólo parece posible en el caso que Argentina obtenga el status
de libre de fiebre aftosa por parte de algunos destinos (Japón,
Corea). Por otro lado, se prevé que los precios en Argentina
seguirán más altos que en Australia. Se estima que continuará
un importante crecimiento en las naciones del Mercosur y una mayor penetración
en nuevos mercados, en forma paralela a una disminución de las
exportaciones subsidiadas de la Unión Europea. El acotamiento
de la brecha en los de Argentina y Australia, atenuará el impacto
de su insursión en la Cuenca del Pacìfico. Productividad y Oferta El espectacular aumento de los precios de los granos forrajeros a mediados de los noventa, provocó turbulencias en el mercado de carnes porcinas, evidenciándose una de las más importantes fluctuaciones del nivel de precios registrados desde 1974. Se estima que los precios se mantendrán más estables, pese a ello el equilibrio con relación al valor de los alimentos balanceados, modificará esta relación como consecuencia de la continua expansión de los niveles de productividad en los Estados Unidos y Canadá. El brote de fiebre aftosa en Taiwán, no ha tenido un impacto sensible sobre el comercio mundial de carnes porcinas, dado que se produjo con una baja paralela de la demanda en Japón, y una oferta muy elevada en Estados Unidos y la Unión Europea. A mediano plazo, Taiwán tendrá dificultades para recuperar su posición de primer proveedor en Japón, lo que explica el motivo por el cual, las exportaciones de carnes porcinas de las naciones de la OECD, se duplicarán hacia el 2004 comparada con el promedio de los años 1993-1997. En 1998, los precios de las carnes porcinas
han caído significativamente en las naciones de la Unión
Europea. Ello obedecería a un aumento de la producción
que se registró luego de la crisis de la vaca loca, cuando la
caída de la demanda de carnes bovinas estimuló un alza
de los valores del cerdo y otras carnes. En estos momentos, la demanda de carnes
bovinas se está recuperando, en parte a expensas de las carnes
porcinas, mientras que los productores holandeses están nuevamente
en el mercado, provocando así una marcada sobreoferta dentro
de la Unión Europea. Carnes Aviares Las carnes de aves continuarán concentrando una proporción creciente del mercado mundial de carnes. La excepción se encontraría en Corea y Japón, mercados en donde la liberalización de las importaciones, favorecerá a las carnes bovinas. En las naciones de Occidente, con la excepción de Polonia, el aumento del consumo de aves se hará en detrimento de las carnes bovinas. En Asia (China, Corea y Japón) y en Polonia esta pérdida será absorbida por las carnes porcinas. En muchos casos la producción doméstica de aves acompañará el aumento de la demanda, por cuanto es más barato transportar granos que aves. Pese a ello, China tendrá un aumento importante de las importaciones, en su mayor parte provista de los Estados Unidos. Restan dos años para la implementación del Acuerdo de la Ronda Uruguay. En ausencia de un nuevo acuerdo, se mantendrán los actuales compromisos. En la Unión Europea se están realizando negociaciones para una reforma más profunda denominada Agenda 2000, que entre otras cuestiones propone la reducción en un 30% del precio de intervención para las carnes bovinas y una disminución del 20% en el caso de los cereales. Si estas propuestas son adoptadas, los productores de carne europeos, especialmente en el caso de las carnes porcinas y aviares, serán más competitivos. El Mercosur está a punto de contar
con el status de libre de Fiebre Aftosa, pero todavía no ha finalizado
la negociación con sus importadores. En la medida que se produzca
un aumento de su participación, los cambios pueden ser tan importantes
como los registrados cuando Japón eliminó su cuota a la
importación de carnes. Gobiernos La intervención gubernamental
no se reduce a intervenir en el mercado. La creciente preocupación
por cuestiones asociadas con la cría de ganado, han determinado
que existan regulaciones en nuevas áreas tales como: el manejo
de los residuos animales, calidad y seguridad alimentaria, manejo animal,
clasificación del producto en función de los métodos
de producción, bienestar animal y cuidado del medio ambiente.
Reforma de la política lechera La liberación del comercio de
productos lácteos es un aspecto importante a ser incorporado
en una nueva organización multilateral sobre agricultura. Podría
obligar a reducir la producción y a ampliar el acceso de productos
importados. Dependiendo de la extensión que se le de a esas reformas,
pueden tener un impacto mayor en el mercado de carnes, especialmente
en naciones con elevada dependencia de sus rodeos lecheros para producir
carne. China A partir de la dimensión de este
mercado, en las futuras negociaciones vinculadas con su ingreso a la
OMC, el Secretario de la OECD decidió realizar una serie de posibles
escenarios para tener una apreciación más ajustada sobre
su impacto en el mercado mundial de carnes. Incidencia de la crisis mundial La crisis financiera asiática
y la recesión mundial, han provocado una reducción en
la demanda de carnes, particularmente en Japón y Corea. No obstante,
se estima que los productores de cerdo estarán menos afectados
que los de carnes bovinas, que se verán favorecidos por la importante
oferta de cereales y sus precios inferiores. * De la revista argentina "Informe
Ganadero", especial para la Revista del Plan |